lunes, 15 de abril de 2013

Línea de caja.

     Era domingo al atardecer, el cansancio de la semana y de la caminata del domingo se hacía sentir. 
      Teníamos que comprar unos remedios y entramos a una farmacia perteneciente a una cadena distribuida por todo Buenos Aires. Allí nos encontramos con una anciana pareja, que iba de un lado para el otro sin que yo pudiera entender muy bien que era lo que buscaban. (Aparentemente ella quería chupetines de paleta, como los que a mí me gustan).
      Su ir y venir, pasar por todos nosotros a contramano de lo que el sistema indica, su inseguridad, su decrepitud me produjo enfado en un comienzo, todos vivimos apurados y no es posible seguir los pasos lentos de la ancianidad.
      Finalmente obstruyeron la salida, completamente, no se decidían ni a moverse ni a dar espacio para dejar paso. Por lo bajo mi esposo comenzó a protestar y, yo, con la tristeza del futuro precedido decidí, dejando a un lado mi inicial enfado, esperar el tiempo que tardaran.
      Recordé aquello de: yo fuí lo que tu eres, tu serás lo que yo soy. 
      Pero igualmente la duda sigue dentro mío, ¿cómo seguirá la historia para una población que envejece en un mundo que maneja elementos que ellos no pueden comprender, qué haremos con un sistema  que tiene la mayor cantidad de ancianos de toda la historia de la humanidad, qué lugar les corresponderá a ellos y a nosotros (cuando el momento llegue), en un forma de vida donde no hay tiempo?, no se por qué es tan importante el tiempo que corremos y a dónde estamos yendo, pero el apresuramiento, el marque 1, marque 3, su password por favor, ingrese su código, los últimos cuatros digitos de su tarjeta de credito, lo sentimos esta acción no puede llevarse a cabo, toda esa locura de presiones y desencuentros... hoy todavía puedo responder, ¿que pasará en el futuro? ¿Qué haremos con los ancianos que como estos "nos hacen perder el tiempo"?

7 comentarios:

  1. Hemos perdido la paciencia y vivimos bajo una enorme clepsidra que descarga, implacablemente, sus granitos de arena en nuestras cabezas.
    Nos volvimos autómatas que buscan el minuto perdido.
    Mirta un gran saludo.

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    1. Coincido con tus palabras Mirella, correr se ha convertido en nuestro único y triste cometido.
      Gracias por comentar. Un saludo.

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  2. Buena pregunta. Toda esta prisa nos está destruyendo, nos olvidamos mirar a nuestro alrededor, sonreír y disfrutar de la vida y parecemos unos robots. Creo que cada día más nos asumimos la famosa frase: TIME IS MONEY! (el tiempo es dinero), cuando debería ser EL TIEMPO ES LA OPORTUNIDAD DE VIVIR, AMAR Y SER FELICES!
    Un saludo!

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    1. Tal cual, el momento para la introspección, el mágico instante en que nuestra alma se encuentra con nuestro pensamiento ya no existe.
      Muchos cariños.

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  3. una hermosa reflexión. desde luego te puedo predecir que nos la vamos a pasar canutas.
    Yo con los mayores les tengo mucho cariño porque me imagino como fue su juventud. pasaron dos guerras una mundial y otra civil... y levantaron un continente que ahora se esta yendo hacer puñetas por la mala gestión que le estamos dando.

    Me llenan de ternura los yayos. y pienso como tu. algún día seré yayo y me gustara que alguien tenga una palabra amable conmigo.

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    1. A veces cuando veo a los ancianos que de pronto casi son atropellados por un tumulto de jóvenes que salen de sus clases matinales, pienso cuan iguales habrán sido los primeros a los segundos y, cuan rápido se llega de un momento al otro.
      Un gran saludo y gracias.

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  4. Muy inteligente,podemos preguntarnos que haremos con nuestros ancianos, pero también que estamos haciendo con nuestro tiempo

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