domingo, 31 de marzo de 2013

Dulce fantasma, ¿por qué me visitas...

Dulce fantasma, ¿por qué me visitas
como en otros tiempos nuestros cuerpos se visitaban?
Me roza la piel tu transparencia, me invita
a rehacernos caricias imposibles; nadie
recibió nunca un beso de un rostro consumido.
Pero insistes, dulzura. Oigo tu voz,
la misma voz, el mismo timbre,
las mismas leves sílabas,
y aquel largo jadeo
en que te desvanecías de placer,
y nuestro final descanso de gamuza.
Entonces, convicto,
oigo tu nombre, única parte tuya indisoluble
música pura en continua existencia.
¿A qué me abro?, a ese aire imposible
en que te has convertido
y beso, beso esa nada intensamente.

Calos Drummon de Andrade

Reseña biográfica: poeta y periodista brasileño nacido en 1902. Hijo de un rico hacendado, estudió farmacia y fue funcionario público. Es considerado uno de los principales poetas del modernismo brasileño.
Escribió también cuentos, crónicas y novelas, publicó en 1930 su primer trabajo poético "Alguma poesía", seguidos por "Sentimento do Mundo-2 en 1940, "Dopo A rosa do povo" en 1945 entre otros. Murió en Río de Janeiro en 1987.

sábado, 30 de marzo de 2013

Hacia el cielo.

     Todos se elevan hacia el cielo, los edificios nuevos y los viejos. Los nuevos con sus frentes espejados, los viejos con sus trabajos arquitectónicos, sus estatuas y sus detalles de estilo.
      El cielo está transparente como nunca, y es como que todos quieren llegar a él, alargando sus formas, mostrando sus detalles, luciendo más hermosos que nunca.
       Es una imagen inspiradora, quizás todos deberíamos extender nuestros brazos hacia ese cielo transparente y puro,  gozando de la maravillosa sensación de estar vivos elevándonos hacia  el cielo.

En la vereda.

     Viernes por la noche, Avenida Corrientes esta en todo su agitado esplendor, la gente va y viene por las veredas, se dirige a los teatros, se sienta en los cafés, los coches marchan apresurados.
      De pronto, en medio de tanta agitación la veo, personaje aparte, aislado, con su aspecto especial, fumando un cigarrillo, me mira y ambas cruzamos una mirada de complicidad, hay soledad en medio del gentío.
      Se mantiene ajena al bullicio, en su rostro hay algo como de pena, de desconsuelo, de resignación, de espera, o ¿solo será mi imaginación que me juega otra mala pasada?.
       ¿De donde vendrá? ¿A quien espera? ¿Está tan sola como yo la veo?.
       No tengo respuestas, ni más tiempo, el teatro me espera y capturo la imagen, mientras apresuro mis pasos para llegar a tiempo, dejando atrás a quien fue mi compañera, por un instante, por el instante de sacar la foto.

Mis fotos: El niño y el sundae.

     Estaba a escasos metros, la cara de alegría de este niño mientras comía su helado, me recordó mi infancia y la de mi hijo y todas las infancias. Esa época tan sencilla, tan simple y tan querida, que voraz e impiadosamente se lleva el tiempo.
     Infancia, etapa llena de dudas y preguntas no siempre respondidas, de carreras en el viento compitiendo con nadie y con todos, de un mundo de posibilidades por delante, de continentes por descubrir, de caminos por recorrer, posibilidades infinitas, nada esta prohibido, todo es posible, nuestros sueños tienen tiempo y el reloj marcha lento a la espera de nuestra decisiones.
      Más adelante, podremos ser cantantes o farmacéuticos, vigilantes o rateros, estudiantes o profesores, escalar el Himalaya o bucear en aguas transparentes, leer todos los libros, caminar todos los caminos, construir casas, afinar pianos, ser concertistas de violín, bailar bajos las estrellas y amar y  ser amados, infinitas son las posibilidades...pero en este momento, aquí y ahora, solo existe:  el niño y su  helado.

lunes, 25 de marzo de 2013

Otoño

Las callecitas de Buenos Aires van tomando el color del otoño, se ve en los árboles, en las hojas caídas en el piso que el viento barre con su soplido pesado y húmedo.
Los días se acortan, nos dan menos horas de luz, el frío indeciso empieza a hacerse sentir, las lluvias son de pronto enloquecidas, cae el granizo, sale el sol. El otoño en Buenos Aires imita a la ciudad en sus idas y venidas, en su permanente cambio a lo largo del día, en cuestión de momentos, en no tener una realidad definida.
Los colores de otoño compensan todo, pocas estaciones nos ofrecen esas paletas de colores que la naturaleza utiliza como nadie, para llenar nuestras calles de hojas encendidas destinadas a ser expulsadas para siempre.
Caminar por Buenos Aires en otoño es ponerse un suéter en esta cuadra y tener que sacarlo al dar vuelta la esquina, esta ceremonia se repite una y otra vez durante nuestros paseos.
El otoño nos vuelve ricos en bellezas de colores, nos enloquece con sus cambios permanentes.
El otoño en Buenos Aires es solo posible en Buenos Aires, tiene ese humor nuestro, esa melancolía del tango, de nuestras charlas de café, de nuestro tránsito enloquecido. Se detiene como nosotros en largos diálogos para arreglar el mundo y de pronto se convierte en un huracán acelerado que corre por las calles, atrapa las polleras de las mujeres y llena de polvo los ojos de los paseantes.
El otoño en Buenos Aires es inexplicable, pero existe y es gracioso, enervante y fluctuante, el otoño en Buenos Aires es una ensoñación, es una experiencia, es un estado de ánimo que solo se encuentra en Buenos Aires.

Mis escritos: Pánico en la noche.

Marchaba por uno de esos sueños serenos y placenteros. Mi  pecho subía y bajaba con el ritmo de una respiración acompasada con mi satisfecha tranquilidad realizada.
 De pronto, no se qué fue, un sonido, una pequeña fuga de luz que entro por los resquicios de la ventana, me desperté sin preámbulos, sin esa sensación adormilada que precede a la vigilia decidida; no, mis ojos estaban totalmente abiertos y yo en plena lucidez.
 Mire los números del reloj digital, las cinco de la mañana, tenía que volver a dormir, a las siete había que estar de pie, ¡TENIA QUE DORMIR!.
 Sobre mi pecho se instalo el peso de la angustia, esa angustia que había podido evadir por días, empece a recordar una larga lista de cosas por hacer, llevar el auto al mecánico, pagar la tarjeta suspendida por falta de fondos, lograr que mi blog tuviera más seguidores, comprar la pintura, lustrar los zapatos, tenía una pila de trámites por hacer, mi cabeza se lleno de un runruneo de reproches por cosas del pasado, de reproches de cosas por hacer; a mí lado otra respiración seguía su sueño acompasado.
 Busque el control remoto, prendí el televisor, a mi lado se escucho un leve gruñido, al cual ignore, me puse a ver Criminal Minds para perfeccionar mi aprendizaje de como estudiar la mente criminal, los párpados empezaron a caerse, me fui adormilando, apague el televisor, de nuevo a dormir.
Otra vez el peso terrible de la angustia, de nuevo los ojos abiertos, los pensamientos desbocados.
¿Por qué tanta angustia?. Tanto miedo, tanta preocupación... Pensé en los techos sin pintar, el portón del garaje que había que cambiar, en el televisor que no tendría que haber comprado, la mujer que engañe, los padres que abandone, los amigos que deje,  todos esos temas que la noche nos trae cuando el insomnio nos atrapa.
 Un peso terrible, espantoso, flotante sin poder encontrar los motivos, las razones, el miedo flotante, el pánico sin razón.
 Insomnio, números que cambian vertiginosamente en el reloj.
 Tengo que dormir, tengo que dormir, tengo que dormir...¡NO PUEDO!
El peso de la angustia desgarra el alma, esa errática sensación inmotivada. Todos los reproches, todos juntos, todos al pie de mi cama.
 Tenía que parar, tenía que dormir, ¡TENIA QUE DORMIR!
El peso de mil siglos sobre mi pecho, la nostalgia enloquecida, los reproches sin sentido. El pánico en la noche del insomnio.
De pronto ya cerca de las siete de la mañana enfrente a mi pánico en la noche: tenía nombre y apellido: esta mañana, esta mañana, VOLVIA A TRABAJAR...

domingo, 24 de marzo de 2013

Mis fotos: Indiferencia.

Este personaje nunca falta en todos lados. Sale a fumar afuera porque adentro esta prohibido. Ve que estoy tratando de tomar una foto del teatro que esta detrás pero permanece delante saboreando su cigarrillo, entonces lo uso a él como modelo.

Mis fotos: Pareja

Continuo con mi serie de fotos de parejas. En esta, me llamo la atenció  la actitud, la postura de ella,  relajada, segura de si misma, controlando la situación, con un aplomo y manejo del momento que me resulto interesante.

Teatro: Noches Romanas, obra de Franco D'Alessandro

Recientemente vi esta interesante obra que nos habla de la amistad entre el escritor Tennessee Williams y Anna Magnani. La historia transcurre en Roma, Anna ama las salidas nocturnas junto a su amigo, de allí el nombre de la obra.
Se relata la relación que tenían ambos personajes, que compartían el arte y la pasión por el arte, e inclusive realizaron un par de películas juntos. Pero a través de la acción se refleja el drama de ella frente a su hijo, Luca, enfermo de poliomielitis, su amor por el director de cine Roberto Rosellini, quien la abandona para casasrse con Ingrid Bergman; el drama de él con una hermana lobotomizada y sus problemas de homosexualidad (terrible tema en aquellos años), sus infidelidades constantes y su adicción a la bebida.
La obra transcurre a través de los años y nos va mostrando sus sufrimientos, sus éxitos y sus tristezas, pero por sobre todo cuanta humanidad sufriente había detrás de estas brillantes estrellas del mundo artístico.
Me hizo pensar en cuanto olvidamos a veces a quienes nos acompañaron hace años y por eso a continuación subo una pequeña reseña de la vida de ambos.

Biografía de Anna Magnani
(Roma, 1908 - Roma, 1973)
Tras formarse artísticamente con Silvio D'Amico en la Academia, Anna Magnani debuta en el cine con un papel secundario en "La ciega de Sorrento (La cieca di Sorrento)" (1934) de Nunzio Malasomma. Mientras se hace famosa en el teatro de revista, logra lucirse en el papel de cabaretera de "Nacida en viernes (Teresa venerdì)" (1941) de De Sica, película con la cual inicia una sorprendente carrera que la llevará a ser la gran actriz del cine italiano de posguerra.
No puede ser la protagonista del viscontiano "Obsesión (Ossessione)" por estar embarazada, pero sí que participa en la película "Roma ciudad abiertaRoma città aperta" (1945) de Roberto Rossellini en la cual interpreta al personaje de Pina, orgullosa y sanguínea mujer del pueblo, con una fuerza y pasión inolvidables.
Su grito final inspiró a Pasolini unos versos espléndidos: "Casi emblema, el grito de la Magnani en nosotros/bajo los mechones desordenadamente absolutos,/renueva en las desesperadas panorámicas,/y en las ojeadas vivas y mudas/se concentra el sentido de la tragedia. Es allí que se disuelve y mutila/el presente, y ensordece el canto de los aedos". Por ese grito, nuestra protagonista se convertirá en mártir de la historia y testimonio admirable de un pueblo que no se deja dominar y resiste hasta sacrificarse.
Para ofrecer de nuevo una interpretación de ese nivel, la Magnani tendrá que esperar a que transcurran algunos años. La oportunidad se la ofrece el amigoLuchino Visconti con "Bellísima (Bellissima)"
 (1951), en la cual interpreta a una madre que, deslumbrada por los mitos fáciles, lucha para que su hija se convierta en una artista célebre. Sin embargo, con el tiempo se da cuenta de que está equivocada y, por suerte, renuncia a ello: un gesto valiente que ya nadie hará durante los años del boom, cuando incluso los más humildes cambiarán radicalmente, seducidos por el dinero fácil y la televisión.
Durante los años siguientes, se afirma como actriz de éxito. Gana un merecido Oscar con "La rosa tatuata" (1955), rueda películas dramáticas, como el "Infierno en la ciudad (Nella città l'inferno)" (1959) de Castellani, en la cual interpreta a una detenida, o divertidas, como "Llegan los bribones (Risate di gioia)" (1960), en la cual Monicelli recrea el antiguo dueto con Totò.
Su fuerte personalidad destaca de nuevo en "Mamma Roma" (1962) de Pasolini, emotivo homenaje a los valores del subproletariado ante su inminente desaparición, en la cual ella es una prostituta, no tan joven, que desea redimirse por amor de su hijo: terminará llorando desesperadamente sobre su cadáver, maldiciendo un mundo que ya no entiende.
La gran actriz se despide de forma conmovedora y bellísima en los pocos segundos en los cuales aparece en "Roma" (1972) de Fellini: la máquina la sigue hasta el portal de su casa, el director desea interrogarla, pero ella no confía en él. La puerta se cierra dejando atrás una época y sus representantes: hemos renegado ese pasado que ya no deseamos porque sentimos que no nos pertenece. Como ese rostro intenso y maravilloso, "icono que hemos blasfemado".



tennesee williams books libros biografia biography fotos images pictures
TENNESSEE WILLIAMS (1911-1983)
Tennesse Williams (de nombre auténtico Thomas Lanier Williams) nació en Columbus, población del estado de Mississippi (Estados Unidos), el 26 de marzo de 1911, pero pasó su infancia en la localidad de Saint Louis, Missouri, ciudad a la que acudió cuando tenía siete años. Williams era hijo de Edwina Dakin Williams, hija de un sacerdote, y Cornelius Coffin Williams, comerciante de una fábrica de zapatos.
Se licenció en 1938 en Filosofía y Letras por la Universidad de Iowa, tras pasar primero por la Universidad de Missouri, en donde se había matriculado en la carrera de periodismo. Tras desempeñar diversos oficios Williams alcanzó su primer triunfo en Broadway con la obra “El zoo de cristal” (1945), título que ganó el premio de la crítica teatral de Nueva York. Anteriormente había intentado estrenar sin éxito “Batalla de ángeles” (1940).


Tras “El zoo de cristal” Tennessee Williams, influido por escritores como D. H. Lawrence o Anton Chejov, se revelaría como uno de los grandes dramturgos estadounidenses de posguerra, con obras teatrales ambientadas en escenarios sureños y protagonizadas por personajes decadentes en conflicto psicológico, marcados por la frustración vital y la extrema pasión física y emocional exhibida en sus relaciones.
Entre sus mejores obras destacan “Un tranvía llamado deseo” (1947), “Verano y humo” (1948), “La rosa tatuada” (1951), “De repente, el último verano” (1950), “La gata sobre el tejado de zinc caliente” (1955) o “Dulce pájaro de juventud” (1959).
Por “Un tranvía llamado deseo” y “La gata sobre el tejado de zinc caliente” Tennessee Williams lograría ganar sendos premios Pulitzer.
En 1947 Williams, cuya homosexualidad fue destapada en su libro “Memorias” (1975), conoció y se enamoró de Frank Merlo. Merlo moriría de cáncer en 1961, sumiendo al escritor en una profunda depresión de la que jamás se recuperaría mentalmente, declive físico y mental agrandado por su adicción a las drogas y el alcohol y su tendencia a sufrir ataques de pánico.
A partir de los años 60 sus trabajos escénicos le reportaron menos éxito que sus títulos precedentes. Algunas de sus obras a partir de está década fueron “La noche de la iguana” (1962), “El tren lechero ya no para aquí” (1964) o “En el bar de un hotel de Tokio” (1972).
Además de obras teatrales Tennessee Williams escribió libros de relatos, como “Un brazo y otros relatos” (1948) o “Caramelo fundido” (1954), novelas, como “La primavera romana de la señora Stone” (1950) o “Moisés y el mundo de la razón” (1975), guiones cinematográficos, como “Baby Doll” (1956), o poesía, como “En el invierno de las ciudades” (1956).
Tennessee Williams falleció en Nueva York el 25 de febrero del año 1983, cuando residía en el Hotel Elysee. Tenía 71 años y había aparecido muerto con la tapa de un frasco de seconal en la boca.



sábado, 23 de marzo de 2013

Mis fotos: El vendedor de paltas.

    Iba caminando por Corrientes y lo vi pasar a mi lado. No pude resistirme a apretar el disparador de la cámara. No es frecuente ver este tipo de personaje caminando por esta Avda., pero lo que más me atrajo fue su cara de resignación y de casi desesperación. Me imagine un par de hijos en casa esperando que papá volviera a casa trayendo algo para comer, una esposa embarazada acunando su hambre junto a su prominente abdomen, imagine tantas cosas. Me conmovió ese rostro juvenil, tan marcado con el sufrimiento y la lucha diaria. Tal vez solo sea mi imaginación, tal vez sea verdad, la foto esta, el rostro también, lo demás queda en el tal vez...

miércoles, 20 de marzo de 2013

Mis fotos: El río


Soledad

Esta foto la tome durante los festejos del Bicentenario, en mayo de 2010. Me atrajo la soledad y el mundo propio e inaccesible de esta anciana, que sentada en el borde de la vereda permanecía indiferente al ajetreo festivo que tenían quienes la rodeaban.

El hijo perdido

     La roja puerta del auto, con sus vidrios polarizados, se cerro y, dentro se produjo una revolución de risas,  abrazos y besos. Efusión de juventud.
     Partieron a la velocidad prudente de siempre. Se alejaron por las calles brillantes por las gotas de la lluvia. El tránsito en la autopista seguramente iba a estar pesado.
     Habíamos festejado tu despedida de los veinte años, la entrada a la treintena, ¡qué cosa esa del cambio de los ceros!, que extraños sentimientos provocan.
     Entramos abrazados, contentos por los momentos compartidos, con un dejo de melancolía en nuestra alma; había algo que sobrevolaba sobre nosotros y no alcanzábamos a discernir que era, una sensación de presentimiento, un algo indefinible.
     Comencé a acomodar las cosas, lavar los platos y acomodar la vajilla, tu padre se fue a chequear algunos mails, algo sobrevolaba sobre nosotros, se interponía en nuestra alegría y traía como un halo de tristeza a nuestras tareas habituales.

     El mensaje llego cuarenta y cinco minutos después, el corazón lo había presentido, la razón ahora lo comprendía, en este momento, nuestro hijo se había ido y nunca volvería...

     El nene alegre, ruidoso, juguetón,  cariñoso, siempre en movimiento, siempre con una sonrisa en el rostro y los brazos rodeando nuestro cuello y diciendo te quiero, se había ido y nunca volvería...
     El adolescente tierno, peleador, artista, creativo y cariñoso, con sus brazos rodeando nuestro cuello y diciendo te quiero, se había ido y nunca volvería...
     Las fiestas del colegio, los cumpleaños compartidos, el inventar disfraces y correr juntos por la calles, descubrir cada día algo nuevo, algo diferente a través de tus ojos de cielo se habían ido y nunca volverían...
     Tus mimos, tu despertarnos a la medianoche de nuestros aniversarios, arrojándote sobre nosotros, mientras dormíamos, para entregarnos los regalos, se habían ido y nunca volverían...
      Esos pequeños obsequios, esos dibujos dedicados "te quiero" , armar el arbolito de Navidad, tu carita de alegría tras cada paquete descubierto, se habían ido y nunca volverían.
      Despedirte y esperarte a la entrada y a la salida del colegio, cada día, se habían ido y nunca volverían...
      Los primeros trajes comprados, con ansiedad, para los cumpleaños de quince, elegir la corbata adecuada, la camisa, los zapatos, se habían ido y nunca volverían...
      Que sacaras el primer registro de conducir y nos trajeras a casa manejando vos, se había ido y nunca volvería.

      El mensaje decía: " llegamos bien. Gracias por haberme acompañado en mis treinta años. Llamo en cuanto pueda, voy a estar muy atareado los próximos días, tengo mucho trabajo por delante, y María necesita descansar porque el embarazo le da mucho cansancio. Besos."
      Entonces tuvimos la certeza: nuestro pequeño hijo, el pequeño revoltoso, se había ido para siempre, ahora era un hombre...

domingo, 17 de marzo de 2013

Fotógrafos famosos mundiales: Henri Cartier Bresson. Un nuevo rincón en mi blog.


Henri Cartier Bresson es uno de los referentes internacionales en lo que se refiere a foto-reportajes y sus imágenes fueron inmortalizadas en numerosas colecciones y exposiciones. Su nombre es conocido en todos los círculos de fotógrafos por ser el creador, entre otros, de una de las agencias fotográficas más famosas: Magnum Photos. Hoy os contamos un poco más de la vida de este fantástico fotógrafo que tuviera un rol fundamental en la historia de la fotografía como disciplina.

París, 1947
Nacido en el año 1908 en Chanteloup, en Francia, no fue sino hasta cumplir los 23 años cuando empezó con lafotografía. Una Kodak Box Brownie fue su primera cámara fotográfica, y fue un año después cuando adquirió la cámara que le haría famoso: una Leica.
Empezó con la fotografía deportiva, que le encantaba, pero pronto cambió de orientación y se dedicó al foto-reportaje, y esto fue lo que lo llevó luego, junto al también famosísimo Robert Capa, a fundar la agencia Magnum Photos.
Tuvo el honor de ser el primer fotógrafo de la historia en ver su obra expuesta en el Museo del Louvre, en París. Para entonces su nombre ya era sinónimo de fotos que revolucionariamente entonces se consideraban arte.
Y es que fue un artista en el saber captar el instante preciso, observando y mostrando su óptimo conocimiento del ser humano, del entorno y consiguiendo efectos fabulosos y en su época novedosos. Ese momento único es lo que vemos en sus fotos, él “momento decisivo” como él lo llamaba. Nunca recortó los negativos, siempre los utilizaba completos y viajó por todo el mundo para hacer muchas de sus maravillosas fotografías.
En el año 1974 abandonó parcialmente la fotografía para dedicarse a la pintura, y junto a su mujer creó laFundación Henri Cartier Bresson en la que recopiló y expuso la obra de toda su vida.
Henri Cartier Bresson murió el 4 de agosto de 2004 a los 95 años.
Henri Cartier Bresson
Au Bord de la Marne – Henri Cartier Bresson
La fama de su nombre y su pasión por la fotografía y el periodismo lo llevaron a cubrir importantes eventos políticos y sociales como fuera la muerte de Gandhi, la llegada de Mao Zedong a en China, y los míticos baños dePicasso en el mar. Fue él también el primer periodista que consiguió permiso para visitar la Unión Soviética luego de la muerte de Stalin.

Henri Cartier Bresson también se interiorizó en las técnicas de cine y retrato su forma de trabajo, sus secretos y técnicas en varios films blanco y negro (a continuación os compartimos uno que fue muy famoso: “El momento decisivo”).

Henri Cartier Bresson

La fotografía de este artista retrató los cambios y los hechos fundamentales del siglo XX, dejando un legado rico en obras de arte.
Henri Cartier Bresson es uno de esos ejemplos que ha creado inspiración y dejado un inmenso legado para los fotógrafos del futuro.

Quinquela Martín, un gran pintor argentino.


Benito Quinquela Martín :biografía breve (y video)

quinquela_martin0El 20 de Marzo de 1890 fue dejando en la Casa de Expósitos un niño que se suponía había nacido tres semanas antes, es por eso que el día de nacimiento de Benito ha sido consignado como el 1º de marzo. Fue bautizado con los nombres de Benito Juan y se le asignó el apellido Martín. Su primer nombre fue en razón de ser bautizado el día de San Benito Abad, el 21 de marzo. Casi ocho años después, el 16 de noviembre de 1897 es adoptado por el matrimonio formado por Manuel Chinchella y Justina Molina, quienes vivían en la Boca del Riachuelo, donde vivió toda su vida el maestro.
Cursó tan solo los dos primeros grados de la primaria, y luego se dedicó a repartir el carbón que sus padres vendían a los vecinos del barrio.
Cuando cumplió 15 años su padre que descargaba carbón en el puerto, lo convocó a trabajar con él, pese a su físico poco adecuado para la tarea, pero su empeño y rapidez le hicieron ganar el apodo de “EL MOSQUITO”.
Al poco tiempo, cuando cuenta 17 años, se inscribió en una academia para cursar dibujo y pintura, con le maestro italiano Alfredo Lázzari, quien fue su único maestro. Completó su formación autodidacta a través de lecturas en la biblioteca del Sindicato de Caldereros, y allí descubrió el libro “El Arte” del escultor francés, Auguste Rodin, que lo llevó a dedicar su vida a la creación artística.
Cuando cumple 20 años expone por primera vez sus trabajos en la Sociedad Ligure de Mutuo Socorro. En 1912 se le diagnostica un principio de tuberculosis y busca los purificadores aires de Córdoba para curar su enfermedad. Allí realiza una serie de paisajes acompañado al maestro Walter de Navazio. Retorna a los seis meses milagrosamente curado y convencido que debe reflejar, como decía Rodin, únicamente su vida y su ambiente, es decir pintar su aldea: La Boca del Riachuelo.


Contrastes: "Abundancias y carencias"

     Esta foto la tome hace un tiempo, esta ubicada donde calle Florida va a terminar sobre Plaza San Martín.
     Me motivo el tomarla el contraste entre el Sr. del primer plano y todo el entorno,  junto a las niñas descalzas que señalaban una cafetería muy de moda en esos años.
      Pienso que la foto sigue siendo tan actual como entonces.

jueves, 14 de marzo de 2013

Estatua del Gral. Lavalle, ubicada en plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales, curiosamente esta estatua se ubico frente al domicilio de los descendientes de Dorrego, a quien Lavalle había mandado a fusilar. Curiosidades de nuestra historia. Acompaño una breve biografía.

Juan Lavalle
Juan Lavalle
(17/10/1797 - 09/10/1841)

Juan Galo Lavalle 

Militar e independentista argentino 



Nació el 17 de octubre de 1797 en Buenos Aires. Fue el cuarto hijo de Manuel José de la Valle y Mercedes González. 

Al estallar la Revolución de Mayo, su familia se encontraba en Chile, donde su padre trabajaba como funcionario. De regreso en Buenos Aires, el 31 de Agosto de 1812, Lavalle solicitó su admisión como cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo. Tomó parte en el segundo sitio de Montevideo contra José Gervasio Artigas, en 1815; después, pasó a Mendoza y posteriormente participó en las batallas deChacabuco y Maipú

En NazcaPerú, el 15 de Octubre de 1820, al frente de la caballería patriota avanzó a todo galope sobre el campo realista, causando una completa sorpresa. Luchó en la guerra contra el Brasil. En Buenos Aires, organizó la revolución unitaria del 1 de diciembre de 1828, después fue elegido gobernador

En diciembre de 1828, manda fusilar a Manuel Dorrego. Después de la Convención de Barracas, se retiró a la Banda Oriental del Río de la Plata (hoy Uruguay). En 1839, inició una campaña que finalizó con su muerte el 9 de octubre de 1841, en la provincia de Jujuy. Para evitar que su cadáver fuera profanado, sus compañeros de armas, enterraron en tierras del Altiplano sus despojos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La Bruma

     Su pequeño pie asomo tembloroso en inseguro por la puerta que comunicaba al patio, miro hacia un lado y el otro y se encontró solo, la bruma lo cubría todo y en su febril imaginación desde todos los espacios lo acechaban peligros sin nombre y sin rostro, lo cual lo hacia todavía más espantoso. Avanzo con cuidado, sigilosamente, aterradamente... de pronto allí en el fondo diviso dos figuras inconfundibles, aquellos que siempre estaban, que empezaban a visualizarse como los rayos de sol que abrían el camino entre las brumas. En su temor infantil había olvidado que ellos nunca fallaban, estaban con la niebla, con el sol, en los cumpleaños, en las fiestas, reían con él, lloraban con él, jugaban con él.
      Su pequeño pie empezó a dar pasos más ligeros, para llegar hasta aquellas siluetas que eran su resguardo, su sostén, su todo. Casi corría, cuando de un costado escucho la risa cantarina de Mariana, "su novia", se detuvo a verla y hablar de esas cosas que la infancia hace tan importantes, de reojo se aseguro que las figuras siguieran en su lugar, sin duda, ahí continuaban esperando, apaciblemente, como siempre, esperando.
       Se alejo de Mariana y continuo su camino a prisa, pero entonces la señorita Nilda lo llamo para felicitarlo por el buen trabajo que había hecho con los dibujos del escenario que se usaría en la próxima obra, miro de reojo, las figuras seguían esperando, siempre esperando. Hinchado de orgullo escucho a la señorita Nilda, si era un gran artista, era su destino, estaba decidido.
        Dejo atrás, con pesar a la señorita Nilda y nuevamente, un poco más despacio, se dirigió hacia las figuras que esperaban, esperaban.
         Se estaba acercando, pero entonces el Director lo llamo para ofrecerle que al día siguiente lo ayudara a diagramar el armado y dirección de la obra, miro de reojo, las figuras seguían esperando, esperando.
         Entonces lo rodearon sus compañeros, una marea humana, un torbellino de tiempo y de locura, obligaciones, triunfos y amores, todo era grandioso, entretenido, multicolor, miro de reojo, muy poco, había poco tiempo, pero alcanzo a ver que las figuras seguían esperando, esperando.
         Las luces, los sonidos, los aromas y los destellos multicolores llenaron su mundo, los temores desaparecieron, sus pasos eran firmes y seguros, el camino estaba hecho, se bastaba solo, de pronto un poco por nostalgia, un poco por curiosidad, un poco por costumbre miro de reojo, las figuras ya no estaban, la bruma se las había llevado, ¿era su imaginación la que le hacía parecer que las veía?, o ¿ las adivinaba entre las nubes de los que partieron?.
          Recordó por un instante esas figuras infatigables, siempre presentes y se pregunto por un instante ¿cúando se habían ido? Pero las luces, los aplausos, los amores eran más avasalladores en su vida actual.
Más tarde tendría  tiempo para pensar en sus abuelos, esas figuras que esperaban en la bruma sin pedir nada y que ahora seguían en la bruma sin pedir nada, siempre esperando y amándolo ..  
         

Primavera


     Paseando por la calles de Buenos Aires, cosa que me estimula y me energiza cada vez que lo hago; al pasar por unos de los cafés clásicos, donde los argentinos pasamos el tiempo y arreglamos el mundo, encontré un grupo de señoras mayores tomando el té. Por sobre todas me llamo la atención y me gusto, la que capte en esta foto. Suspendida en su tiempo, niña, joven, adolescente, soñadora e inmortal vivía y disfrutaba su tiempo compartido con sus amigas. Me pareció un ser dulce e inocente digna de una foto (no se si pude lograr todo lo que el momento me significo, pero lo intente, este es el resultado)

lunes, 11 de marzo de 2013

Caminando Buenos Aires: Estatua del Pensador de Rodin. Ubicada en la Plaza de los Dos Congresos. A continuación una breve biografía del escultor.


Auguste Rodin
(París, 1840-Meudon, Francia, 1917) Escultor francés. Fue alumno de Jean-Baptiste Carpeaux en la Escuela de Artes Decorativas y de Antoine-Louis Barye en el Museo de Historia Natural, dos escultores a los que admiró y en quienes se inspiró en cierta medida. Por sus modestos orígenes, se vio obligado a ganarse la vida como ayudante de decoración, compaginando el trabajo profesional con su dedicación a la escultura.

Auguste Rodin
Su primera obra, El hombre de la nariz rota, tuvo muy malas críticas en el Salón de 1864, hasta el punto de ser rechazada por considerarse inacabada e incompleta. Rodin incorporaba en esta escultura el modelado espontáneo y expresivo que habría de caracterizar toda su obra posterior. Tras unos años al servicio del empresario Albert Carrier-Belleuse, para quien trabajó en la decoración de la fachada de la Bolsa de Bruselas, en 1875 emprendió un viaje a Italia para conocer la obra de Miguel Ángel.
El resultado de su contacto con el genio del Renacimiento fue La edad del bronce, presentada en el Salón de 1877, que desagradó profundamente por su extraordinario realismo. La figura muestra una época de dolor y sufrimiento y refleja la influencia del Davidde Donatello y del Esclavo moribundo de Miguel Ángel, obras que Rodin pudo apreciar su viaje a Italia. La edad de bronce despertó una encendida polémica por su acentuado naturalismo, que hizo pensar a algunos críticos que se trataba del vaciado de un modelo vivo. En esta obra se inicia la importancia del gesto en la obra de Rodin, que comenzaba aquí a perfilarse de forma discreta y crecería luego en firmeza y expresividad.
Rodin seguía sin triunfar como escultor, lo que consiguió al fin en 1881, cuando presentó en el Salón su San Juan Bautista predicando. Poco antes, en 1880, recibió el gran encargo de su vida: las puertas monumentales del futuro Museo de Artes Decorativas de París. El portal estaba inspirado en temas dantescos, de ahí que el propio Rodin le diera el nombre de Puerta del Infierno, en la que trabajó desde 1880 hasta su muerte en 1917. Rodin se inspiró en la Divina Comedia de Dante y en la Puerta del Paraíso de Ghiberti, por el que el escultor sentía una gran admiración.
Sin embargo, el edificio para el que estaba destinada nunca llegó a construirse. A pesar de ello, los numerosos motivos y figuras en los que trabajó el artista para esta obra marcarían las directrices de la mayor parte de sus esculturas más famosas, como El pensador (1880) o La bella esposa del fabricante de cascos (1880-1883), que posteriormente se expondría con el nombre de La vieja cortesana y que surgió de un pequeño fragmento de la parte inferior de las puertas. La obra trata el tema, tan cultivado en el Barroco, de la perecedera y efímera belleza física. La mujer, con la mano abierta y extendida hacia atrás, busca desesperadamente lo que ya perdió para siempre.

El beso (1886), de Auguste Rodin
Otra obra que deriva también del diseño de las puertas es El beso (1886), inspirada, en un principio, en el idilio entre Paolo Malatesta y Francesca de Rímini que Dante relató en la Divina Comedia, aunque esta idea fuera finalmente rechazada y se excluyó toda referencia a circunstancias concretas. El autor representa a los amantes besándose en un conjunto escultórico en donde premeditadamente no se marca con claridad el límite de las figuras con el fondo que las acompaña; suaviza las gradaciones y crea la impresión de que todo está envuelto en un ambiente etéreo en el que prevalece la belleza y la poesía. Como obra independiente, se ha convertido en símbolo universal del deseo y la pasión.
Cuando todavía trabajaba en los modelos de las puertas, Rodin aceptó el encargo de levantar el monumento de Los burgueses de Calais (1884-1888), una obra de dramatismo contenido. A pesar de recibir, tras la exposición de 1889, el apoyo de la crítica de vanguardia y de que su fama era ya notable a fines de siglo, vivió siempre envuelto en grandes polémicas en torno a su obra. Los burgueses de Calaisfue mal vista por los concejales que la habían encargado, sintiéndose defraudados por un monumento que no cumplía sus expectativas de exaltación patriótica. El artista nos muestra seis reacciones complejas ante la tragedia, enfrentando el drama de los personajes con el espectador; aunque en esta ocasión los personajes no mantienen un contacto físico entre sí, la disposición de las figuras, que parecen entrelazadas, ofrece una dimensión poco corriente del espacio interpuesto.
Fueron éstos sus años de máxima creatividad, con obras que han llevado a considerarlo el principal escultor impresionista, junto con el italiano Medardo Rosso, por sus estudios texturales y lumínicos. Con posterioridad, siguió creando obras de inspiración personal, pero se centró en los retratos y en la realización de monumentos públicos, tales como los dedicados a Victor Hugo y a Balzac, no siempre exentos de polémicas. Es el caso de Balzac (1891-1898), obra que le encargó Zola, presidente de la Sociedad de Hombres de Letras, cuyos miembros consideraron después que estaba inacabada; de hecho, el retrato de Rodin fue rechazado y se pasó el encargo a Falguière. Rodin representó a un Balzac replegado en sí mismo, erguido y orgulloso. La cabeza altiva, inclinada hacia atrás, destaca sobre la túnica intemporal (el hábito de monje que solía utilizar en sus sesiones nocturnas de trabajo), que otorga un aire espectral a la figura.
La audacia y el énfasis en la expresión, así como su capacidad de innovación, asentarían el prestigio del escultor. Es difícil hallar una visión tan descarnada y libre de prejuicios del cuerpo de una mujer como la que ofrece Iris, la mensajera de los dioses (1890). La cabeza fue arrancada y aprovechada en otra escultura, centrando así la atención en el movimiento de la bailarina y en su sexo.
En 1900, una gran exposición de su obra en el Salón de la Sociedad Nacional consagró la fama del escultor. La serie de retratos se enriqueció en los últimos tiempos con las cabezas de Bernard Shaw (1906), la Duquesa de Choiseul (1908), Gustavo Mahler (1909) y los bustos de Clemenceau (1911) y Benedicto XV (1915). Entregado a su actividad hasta el fin de sus días, Rodin falleció casi al mismo tiempo que su esposa, fiel compañera suya durante más de cincuenta años. En 1911 Paul Gsell había reunido en un tomo de conversaciones con el maestro sus ideas artísticas. Por otra parte el escultor ya había escrito y publicado un volumen titulado Les cathédrales de France.
Indudablemente no puede considerarse el arte de Rodin al margen del arte de Degas. Ambos supieron persistir en el realismo otorgándole una nueva dimensión escultórica, en un intento por descubrir nuevas posibilidades en la estructura de la figura. La obra madura del escultor está, evidentemente, vinculada a los principios fundamentales del impresionismo, pues ambos tienden a representar el poder de los elementos naturales. Tanto los impresionistas como el propio escultor emplearon la luz en sus obras. Las alusiones literarias, así como el desacuerdo y la despreocupación en el arte de Rodin están también relacionados con el impresionismo.
Su obra marca la cima del movimiento romántico y abarca toda la gama de posibilidades plásticas, desde la espontaneidad de los movimientos hasta el patetismo heroico. Rodin evidenció la creación de la forma partiendo del caos como proceso dramático prometeico, influencia que recibió de Medardo Rosso. La obra de Rodin fue el inicio y el final de la escultura impresionista, pero sobre todo marcó un principio escultórico y revolucionario que ejercería una influencia determinante en los escultores posteriores y en numerosos artistas modernos.






 

Mariano Moreno. Una escultura, una foto y la historia de un personaje único

Esta estatua se encuentra en un espacio lateral de la plaza de Los Dos Congresos. Este prohombre fue sin duda un pilar de la revolución de Mayo y en su corta vida lucho por la patria y murió por ella.
Agrego una breve biografía que apenas da una idea de lo fue su lucha por la patria.

19 MAYO 2012

BIOGRAFIA CORTA DE MARIANO MORENO


Biografía corta de Mariano Moreno

Mariano Moreno nació el 23 de setiembre de 1778, en Buenos Aires. Sus padres fueron Manuel Moreno y Ana María Valle. Estudió Derecho en la Universidad de Chuquisaca. Aquí leyó las obras ilustradas de Montesquieu, Voltaire, Diderot y Juan Jacobo Rousseau. 

Desde 1805, trabajó como relator de la Audiencia y asesor del Cabildo de Buenos Aires. En 1809, se incorporó a las conspiraciones de los criollos independentistas del Río de la Plata. En mayo de 1810, los conjurados derrocaron al virrey Hidalgo de Cisneros. El día 25 de mayo se instaló la Primera Junta de Gobierno, y Moreno fue nombrado su Secretario. 

Desde su cargo impulsó la apertura comercial con los ingleses y el endurecimiento de la represión contra los realistas. El presidente Cornelio Saavedra vio con preocupación la impetuosidad de Mariano Moreno y para alejarlo del poder le encomendó una misión diplomática en Londres. Moreno murió en el barco que lo llevaba a Inglaterra, el 4 de marzo de 1811. La causa fue una sobredosis de medicina con arsénico que le dio el capitán del buque. Muchos historiadores creen fue una orden de Cornelio Saavedra.