martes, 9 de abril de 2013

Debo decirte adiós, pero, ¿Cómo decirte adiós?

     Otoño en Buenos Aires. Las gotas de lluvia se deslizan sobre la superficie húmeda del cristal de la ventana de nuestra confitería compañera y amiga.
     A través de nubes de vapor veo en el recuerdo nuestras manos entrelazadas, tu piel crujiente y tostada que mis dedos rozaban con delicia en nuestros encuentros íntimos, tan íntimos y tan nuestros, nuestros, nuestros...
     Tantos momentos compartidos, desayunos con despertares cálidos y juguetones, almuerzos generosos y divertidos, la pausa de la tarde y, tú conmigo, siempre conmigo, y ¡qué decir de la cena!, preludio tembloroso hacia la suave y cálida ternura del lecho comprensivo y expectante.
     Tú, en mis labios, con sabores iguales y diferentes, aromas constantemente descubiertos, sorpresas en cada encuentro compartido. Mis sueños flotando sobre la poesía de tu existencia.
     Tu compañía, sin reproches, en mis largas noches de compartir la computadora, reuniones de negocios, de placer, de películas alquiladas.
      Fuiste siempre alegría, nunca fallaste, siempre estuviste ahí, como la amante perfecta, aportando fortaleza, seguridad, sustento; con extender mi mano yo te encontraba siempre dispuesta.
     Y, tengo que dejarte, ¿por qué la vida nos depara siempre estos momentos?. ¿Por qué hay que abandonar lo amado, lo deseado, lo felizmente encontrado?.
     ¿Como se explica algo tan fuerte como lo tuyo y lo mío?. ¿Existe en este mundo una relación como la nuestra?
     Todavía no te he dicho adiós y ya siento el dolor, que no es un dolor del alma, no, es un dolor físico, me duele muy adentro, muy adentro, tanto que podría llorar desconsoladamente como solo lo hacen los niños o los hombres, que como yo, deben decir adiós.
     Llegó la hora de la despedida, pero ¿como se dice adiós en esta unión perfecta?. No quiero dejarte, tu presencia en mi vida es lo más fuerte que conozco, ¡No, No QUIERO DEJARTE!,  es injusto, es malígno, es malo, es perverso. ¡NO QUIERO DEJARTE!. Me haces tanta falta...
     De vos tuve siempre una calidez y un apoyo que me resisto a abandonar, pero debo dejarte...y no quiero.
     ¿Dejarte?. Eso me dijo hoy, ese, ese que no entiende nada, que solo porque luce un impecable guardapolvo blanco y llena son supuesta autoridad un papel membretado, que luego refrenda con su firma; ese maldito que con reproche y saña me dijo: "-Bueno, mi amigo, de ahora en adelante me deja las tortas, los pastelitos, los postres, el café, el asadito de los domingos, en fin, empiece a decirle adiós a la comida. Sus análisis son un desastre".
     Me obligan a dejarte, mi mejor compañía, son tan necios que no entienden nuestra relación, nuestro amor compartido por más de cuarenta años.
     Debo decirte adiós, pero, ¿Como decirte adiós?

                                 
   

22 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias por tomarte el tiempo de leerlo con lo enloquecido que estas. Cariños.

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  2. Mirta mi vida, mil disculpas, como habrás visto entro con muchísima asiduidad, pero es lo que pasa con los lugares muy acogedores, entras como si fuera tu casa, con una familiaridad temeraria, sin llamar. Por ello, entro sin llaves y sin mirar, aunque lo pienso seguir haciendo, porque estoy muy a gustito en tu rinconcito. Pero por lo menos ahora te he dejado mi huellecita en la puerta, jiji

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    1. Gracias, nuevamente, es difícil estar en tantas partes a la vez. Yo paso por lo mismo. Lo importante es saber que estamos, navegando por el ciberespacio, cada tanto nos encontramos.
      Muchos cariños y para toda la familia.
      Besos.

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  3. Es un relato precioso y muy conmovedor, se pone la piel de gallina porque se como es ese sentimiento, muy bonito.

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    1. Gracias por tus palabras. Por leer, comentar y que te haya gustado.
      Muchos cariños

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  4. Precioso Mirta , te sigo , que ya te encontré , un saludin

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  5. Precioso Mirta, realmente bonito se me ha puesto la piel de gallina, me ha traido tantos recuerdos

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    1. Muchas gracias, es bueno lograr conmover con lo que uno escribe.
      Cariños.

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  6. Mirta, ya pronto empiezas a pintar o dibujar o cantar....jeje...tu creatividad y tu estilo dan para mucho, así que poténcialos que desde "mi computadora" te seguiré visitando. Un saludo!!

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  7. Gracias por tus palabras Sonia, ¿sabes que tipo de arte es el mío?, el de no tener vergüenza y meterme en todo, ja, ja, ja. Pero si sirve para que alguien los disfrute cumple mi propósito.
    Muchos cariños y tan amable como siempre.

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  8. Hola, es mi primer visita a tu espacio y me encuentro con que ni un cafecito con una medialuna podemos comprtir... una verdadera pálida.
    Te dejo mi saludo y aunque sea celebremos el encuentro con un té de tilo o de peperina.
    ¡Muy bueno tu relato!

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    1. Hola Mirella S. te agradezco la visita. Un té o café con leche "descremada" y una galletita diet con queso crema descremado, puede ser, de manera que estas invitada.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Saludos.

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  9. Qué hermoso, Mirta!! me ha llegado, es tan real...felicidades, maravilloso relato. Saludos.

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    1. Gracias Alfmega, siempre es un gusto contar un rato con tu presencia y tus gentiles comentarios.
      Un fuerte abrazo.

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  10. Me he encantado, es muy triste decir adios a esos placeres que nos han acompañado toda la vida, es un relato precioso lleno de bonitos sentimientos.

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    1. Hola Rosa, gracias por tu comentario, aprecio que te guste el relato. Es un halago recibir tus comentarios, eres muy amable conmigo.
      Muchos cariños.

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