sábado, 31 de agosto de 2013

Final de la Jornada.

Durante la asistencia a uno de los cursos de especialización al cual había concurrido, durante uno de los intervalos, hacia la tarde ya tardía, me asomé a mirar la calle con su tránsito enloquecido y me llamaron la atención las imágenes que publico a continuación.





Eran tres obreros, que pasaron indiferentes al lado de un grupo de manifestantes que estaban desconcentrándose, junto a una joven que descansaba sobre el terraplén,  además ignoraron la cantidad de gente que marchaba en dirección contraria de retorno a sus hogares.
Me gusto esta imagen, porque muy a lo argentino, lenta y cansinamente se desplazaban los tres, dos de ellos llevaban sobre sus hombros conos de señalización y el tercero utilizaba el mismo hombro unido a su mano en la cual llevaba un celular hablando vaya a saber uno con quién, pero probando la costumbre argentina de que en todo trabajo, se necesitan al menos tres personas, una para preparar el asado, agitar un brazo para avisar de "algo" en la ruta o donde "corresponda", o alguna otra tarea logística "indispensable" y otros dos que hagan la tarea para la cual fueron destinados...
 Somos grandes, somos únicos, somos genios, somos argentinos en cuerpo y alma...