Las callecitas de Buenos Aires van tomando el color del otoño, se ve en los árboles, en las hojas caídas en el piso que el viento barre con su soplido pesado y húmedo.
Los días se acortan, nos dan menos horas de luz, el frío indeciso empieza a hacerse sentir, las lluvias son de pronto enloquecidas, cae el granizo, sale el sol. El otoño en Buenos Aires imita a la ciudad en sus idas y venidas, en su permanente cambio a lo largo del día, en cuestión de momentos, en no tener una realidad definida.
Los colores de otoño compensan todo, pocas estaciones nos ofrecen esas paletas de colores que la naturaleza utiliza como nadie, para llenar nuestras calles de hojas encendidas destinadas a ser expulsadas para siempre.
Caminar por Buenos Aires en otoño es ponerse un suéter en esta cuadra y tener que sacarlo al dar vuelta la esquina, esta ceremonia se repite una y otra vez durante nuestros paseos.
El otoño nos vuelve ricos en bellezas de colores, nos enloquece con sus cambios permanentes.
El otoño en Buenos Aires es solo posible en Buenos Aires, tiene ese humor nuestro, esa melancolía del tango, de nuestras charlas de café, de nuestro tránsito enloquecido. Se detiene como nosotros en largos diálogos para arreglar el mundo y de pronto se convierte en un huracán acelerado que corre por las calles, atrapa las polleras de las mujeres y llena de polvo los ojos de los paseantes.
El otoño en Buenos Aires es inexplicable, pero existe y es gracioso, enervante y fluctuante, el otoño en Buenos Aires es una ensoñación, es una experiencia, es un estado de ánimo que solo se encuentra en Buenos Aires.
No debe resultar extraño Buenos Aires a un Europeo. A mi juicio es la ciudad más europea de toda América...
ResponderEliminarAqui comienza la primavera, lejos de los ocres amarillentos del otoño... polos opuestos y sin embargo tan familiares...
Sin duda tenes toda la razón. Buenos Aires fue siempre fue muy similar a las ciudades de Europa. Estos polos opuestos hacen que sea tan hermoso vivir en este mundo.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Muchos saludos.
Gracias por acercarnos a Buenos Aires, lo cierto es que tu visión me lo está haciendo más atractivo. un abrazo
ResponderEliminarTe agradezco el comentario y me alegra haber podido transmitirte algo de lo que yo siento por esta hermosa ciudad.
EliminarMuchas gracias por tus comentario.
Saludos.
Estoy completamente de acuerdo que los colores del otoño lo compensan todo, mi estación favorita, encantada de encontrar tu sitio.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, espero que sigas entrando en este lugar y puedas encontrar cosas que te agraden.
EliminarMuchos cariños, tambien me gusta mucho tu trabajo.
Abrazos.
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ResponderEliminarDescribes muy bien el otoño en Buenos Aires. Es impredecible el clima, tanto como la ciudad. Este es mi segundo otoño en esta hermosa urbe, la cual me ha cautivado con esa magia singular que solo ella posee. Saludos Mirta.
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EliminarHola María Gabriela, agradezco tus palabras y, te propongo que camines por la ciudad mirando para todos los lugares, siempre encontraras hermosas sorpresas. El clima es así, hay que resignarse. Gracias por tus palabras.
EliminarMuchos cariños