jueves, 19 de septiembre de 2013

La vida es un barrilete que un farol se encontró.



Erase un barrilete joven y audaz. 
Convencido de la belleza de sus colores y el esplendor de su juventud decidió remontar el vuelo.
Lo acariciaron las cálidas manos del viento y la suave brisa lo meció.
El trayecto era sumamente placentero y divertido.
Desde su altura el mundo se veía pequeño, diminuto e intrascendente.
Hincho su cuerpo con el orgullo y la gallardía de sentirse único, esplendoroso y bello.
Voló, voló, voló, ignoro todo y a todos, era él y su existencia, cada vez más, creció su altivez y su audacia.
Hasta que de pronto un soplo traicionero lo levanto, lo sacudió y lo llevo raudamente, hasta encontrarse con un farol que, duro, serio y severo guardaba el frente de una casa.
Dos certezas se enfrentaron, la seguridad de su horizonte sin límites del joven barrilete y la seriedad curtida por los tiempos, las lluvias y el orfebre del farol.
 Chocaron ambos mundos, se entremezclaron y no se entendieron. ¿Alguno triunfó, ambos perdieron?. 
Te dejo a vos viajero el interrogante y la imagen del encuentro del barrilete y el farol que se abrazan y se alejan, se unen y repelen, en el círculo perfecto de lo que es joven y lo que es viejo...


6 comentarios:

  1. ¡Jesús, Mirta..!! es que es increíble que el mundo es más grande desde que te leo...Cosas intrascendentes, sin belleza ni fealdad antes, acaban siendo una historia completa con comienzo, nudo y ¿desenlace? o mejor aún, con preguntas abiertas por contestar...intrascendentes, gratuitas y hemosas...porque si...Gracias, gracias...

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    1. Mucha bondad la tuya Alfmega para mis pequeñas creaciones, son solo momentos retratados que me transmiten ideas que trato de plasmar en pequeñas historias, me gusta darles algo de sentido y reflexión, me produce placer, al igual que el placer que me producen tus comentarios. Un gran cariño.

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  2. Tengo que hacer una confesión. Íbamos caminando juntos. Viví la misma imagen y ni remotamente se me ocurrió la idea que germinó en la cabeza de Mirta. Esa es la diferencia que marca al artista. Ver las cosas cotidianas y encontrar ese plus, que todo lo tiene, pero que normalmente no sabemos distinguirlo. ¡Genial Mirta!

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  3. Gracias Alberto, no comparto tu comentario, porque me considero solo una observadora de la vida, para artista me falta muchisímooo. Gracias por los elogios, que considero no merecidos. Saludos.

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