Un Loco.
Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril y raída.
donde la sombra de un centauro yerra.
Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura
va el loco, hablando a gritos.
Lejos se ven sombríos estepares,
colinas con malezas y cambrones,
y ruinas de viejos encinares,
coronando los agrios serrijones.
El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
Es horrible y grotesca su figura;
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.
Huye de la ciudad... Pobres maldades,
misérrimas virtudes y quehaceres
de chulos aburridos y ruindades
de ociosos mercaderes.
Por los campos de Dios el loco avanza.
Tras la tierra esquelética y sequiza
-rojo de herrumbre y pardo de ceniza-
hay un sueño de lirio en lontananza.
Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
-¡carne trite y espíritu villano!.
No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota.
Bibliografía:
Antonio Machado nace en Sevilla en 1875, murió en Francia en 1939. A los 8 años pasó a Madrid, donde curso sus estudios y paso la mayor parte de la adolescencia y juventud.
En 1907 obtuvo la cátedra de Lengua francesa en Soria, donde se casa y donde también fallece su esposa.
En 1919 es catedrático en el Instituto de Segovia. En 1927 fue elegido académico de la Española, cuyo discurso de ingreso no llego a leer.
Su obra fue profunda y extraordinaria.
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