A veces aún en día soleados, como los de hoy, cuando sopla el viento el cuerpo se estremece.
Las calles se hacen solitarias, los cines, los teatros, las confiterías se llenan de personas y es una odisea conseguir espacios.
Hay que abrigarse, sombrero, guantes, bufanda, en fin, toda una ceremonia antes de salir de casa.
Las calles se tornan solitarias, fría y se tiene más ganas de estar en casa.
No, no me gusta el invierno, eso es mío, es mi sensación, quizás otros lo encuentren hermoso. De todas maneras ni el más crudo invierno puede hacer que deje de amar a Buenos Aires.
aca en bogota hace frio promdio 13 grados centigrados hay mañanas que que esta en 2 o 3 grados y por el calentamiento global un dia llego hasta 26 o 25,es dia me asuste.saludos desde bogota, colombia
ResponderEliminarConoces muy bien el frío, con lo cual supongo que por allá ocurrirá un poco lo que yo cuento. Un gran saludo, gracias por comentar.
ResponderEliminarY nosotros aquí celebrando el solsticio de verano!! nos queda todo el verano por delante y ya estoy deseando que llegue el otoño. Esta claro que el amor por tu ciudad es inexpugnable. Me encanta siempre tus fotografías tan humanas, de gente corriente, del día a día. un abrazo.
ResponderEliminarGracias Rosa Silvestre, hermoso tu comentario. Envidio profundamente el solsticio de ustedes, el frío no va conmigo; pero sí es cierto que amo mucho a esta ciudad loca y kafkiana que adoro recorrer. Un abrazo enorme.
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