Los párpados caían pausadamente sobre sus gastados ojos, sus córneas ya no tenían el brillo que alguna vez tuvieron.
Me recordó esos intrépidos y serios seres cabríos que por la montaña trepan, sin pensarlo, sin sentirlo, generando un sin fin de preguntas.
¿Cual habrá sido su vida,
qué secretos guardara tras ese semblante gastado y sereno?
¿Cuales serán sus pensamientos en este preciso instante?
¿Cuantas cosas habrá vivido y cuantas habrá perdido en el largo camino de la vida?
¿Qué se vivencia en ese momento, en ese instante en que parece que se esta como en otro mundo? ¿Será feliz, continuará viviendo sorpresas cada día, o su existencia será un largo flotar llevada por la corriente de las horas que transcurren inevitablemente?
Muy buena tu narrativa, tan llena de sensibilidad. Ya desde el preámbulo a tus interrogantes, nos invitas a reflexionar y a interiorizar este tierno personaje. Un saludo cariñoso.
ResponderEliminarHola Mirta, ¡ qué buen post! me encanta la forma en que presentas el personaje. De hecho es como lo vemos siempre, desde fuera, preguntándonos y sin respuesta posible....Una persona así vive inmersa en un mundo distinto, el suyo o más bien entre un montón de restos de lo que fue su mundo, muchas veces inconexos, y en ocasiones como lúcidas bocanadas furtivas que desaparecen en el aire con la misma facilidad con que se presentaron, felicidades, magnífica tu reflexión, me ha encantado
ResponderEliminarGracias Alfmega por tus hermosas palabras y me alegra que te genere reflexiones como la que publicas. Pienso que cuando algo llega a nosotros y nos produce nuevos sentimientos, la misión se está cumpliendo. Un gran abrazo amiga virtual, pero muchas veces más presente que las que vemos diariamente.
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