LA MUJER FUERTE
Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,
mujer de saya azul y de tostada frente,
que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía
vi abrir el surco negro en un abril ardiente.
Alzaba en la taberna, honda la copa impura
el que te apegó un hijo al pecho de azucena,
y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,
caía la simiente de tu mano, serena.
Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,
y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,
agrandados al par de maravilla y llanto.
Y el lodo de tus pies todavía besara,
porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara
¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!
LA MUJER ESTERIL
La mujer que no mece un hijo en el regazo,
(cuyo calor y aroma alcance a sus entrañas),
tiene una laxitud de mundo entre los brazos;
todo su corazón congoja inmensa baña.
El lirio le recuerda unas sienes de infante;
el Angelus le pide otra boca con ruego;
e interroga la fuente de seno de diamante
por qué su labio quiebra el cristal en sosiego.
Y al contemplar sus ojos se acuerda de la azada;
piensa que en los de un hijo no mirará extasiada,
al vaciarse sus ojos, los follajes de octubre.
Con doble temblor oye el viento en los cipreses.
¡Y una mendiga grávida, cuyo seno florece
cual la parva de enero, de vergüenza la cubre!
Gabriela Mistral
(Seudónimo literario de Lucilia Godoy; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años Gabriela Mistral decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela.
Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación.
Gabriela Mistral
Ese mismo año dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por Vasconcelos. En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas, además de componer poemas para niños (Rondas de niños, 1923) por encargo del ministro de Instrucción Pública mexicano, y textos didácticos como Lecturas para mujeres (1924).
Terminada su estancia en México, viajó a Europa y a Estados Unidos, y en 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones. Paralelamente, fue redactora de una revista de Bogotá, El Tiempo (sus artículos fueron recogidos póstumamente en Recados contando a Chile, en 1957), representó a Chile en un congreso universitario en Madrid y pronunció en Estados Unidos una serie de conferencias sobre el desarrollo cultural estadounidense (1930). En 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura.
La poesía de Gabriela Mistral
De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, y un simbolismo que conecta con una imaginería de tradición folclórica. En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista.
Especialmente duro el poema de la mujer estéril! Aún así bello! GRacias por descubrirnos a Gabriela Mistral.
ResponderEliminarUn abrazo Mirta.
Con un algo de Yerma ¿no es cierto?, es duro pero logra transmitir un dolor que te atrapa.
EliminarGracias a vos por comentar. Un gran saludo maravillosa "dama de la noche"
Querida Mirta, encuentro en esta mujer ese dolor nostálgico tan cercano a la piel, tan expresico como sereno. no la conocía y ya estoy buscándola por todos lados fascinadas por estas dos muestras. Muchas gracias porqué cada día amplias no sólo más mis conocimientos sino mi humildad antes tan grandes personas y artistas. besos
ResponderEliminarTe agradezco Amparo por tus palabras, la obra de Gabriela Mistral es enorme, en Google hay todo un espacio publicado por ediciones chilenas que es excelente. Un abrazo.
EliminarSi, estoy con Amparo...estos bellisimos poemas me inspiran a la par humildad y y admiración, gracias por traerlos amiga, saludos.
ResponderEliminarEstas mujeres, aparte de grandes creadoras, inspiradoras y docentes fueron un ejemplo de valentía para hacerse valer en un mundo manejado por los hombres. Publico sus obras no solo porque creo que merecen ser conocidas, sino como un homenaje a todas las mujeres que nos allanaron el camino para lo que podemos realizar en la actualidad.
ResponderEliminarMe fui de tu comentario Alfmega pero el tema me apasiona, habrá más, espero que te sigan gustando.
Un abrazo amiga.