lunes, 25 de marzo de 2013

Mis escritos: Pánico en la noche.

Marchaba por uno de esos sueños serenos y placenteros. Mi  pecho subía y bajaba con el ritmo de una respiración acompasada con mi satisfecha tranquilidad realizada.
 De pronto, no se qué fue, un sonido, una pequeña fuga de luz que entro por los resquicios de la ventana, me desperté sin preámbulos, sin esa sensación adormilada que precede a la vigilia decidida; no, mis ojos estaban totalmente abiertos y yo en plena lucidez.
 Mire los números del reloj digital, las cinco de la mañana, tenía que volver a dormir, a las siete había que estar de pie, ¡TENIA QUE DORMIR!.
 Sobre mi pecho se instalo el peso de la angustia, esa angustia que había podido evadir por días, empece a recordar una larga lista de cosas por hacer, llevar el auto al mecánico, pagar la tarjeta suspendida por falta de fondos, lograr que mi blog tuviera más seguidores, comprar la pintura, lustrar los zapatos, tenía una pila de trámites por hacer, mi cabeza se lleno de un runruneo de reproches por cosas del pasado, de reproches de cosas por hacer; a mí lado otra respiración seguía su sueño acompasado.
 Busque el control remoto, prendí el televisor, a mi lado se escucho un leve gruñido, al cual ignore, me puse a ver Criminal Minds para perfeccionar mi aprendizaje de como estudiar la mente criminal, los párpados empezaron a caerse, me fui adormilando, apague el televisor, de nuevo a dormir.
Otra vez el peso terrible de la angustia, de nuevo los ojos abiertos, los pensamientos desbocados.
¿Por qué tanta angustia?. Tanto miedo, tanta preocupación... Pensé en los techos sin pintar, el portón del garaje que había que cambiar, en el televisor que no tendría que haber comprado, la mujer que engañe, los padres que abandone, los amigos que deje,  todos esos temas que la noche nos trae cuando el insomnio nos atrapa.
 Un peso terrible, espantoso, flotante sin poder encontrar los motivos, las razones, el miedo flotante, el pánico sin razón.
 Insomnio, números que cambian vertiginosamente en el reloj.
 Tengo que dormir, tengo que dormir, tengo que dormir...¡NO PUEDO!
El peso de la angustia desgarra el alma, esa errática sensación inmotivada. Todos los reproches, todos juntos, todos al pie de mi cama.
 Tenía que parar, tenía que dormir, ¡TENIA QUE DORMIR!
El peso de mil siglos sobre mi pecho, la nostalgia enloquecida, los reproches sin sentido. El pánico en la noche del insomnio.
De pronto ya cerca de las siete de la mañana enfrente a mi pánico en la noche: tenía nombre y apellido: esta mañana, esta mañana, VOLVIA A TRABAJAR...

22 comentarios:

  1. Casualmente, en esas estaba yo anoche! Esa angustia y ansiedad que acompaña el desvelo.

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    1. Hola Fam: es de las sensaciones más molestas que existen.
      Muchos cariños.

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  2. Esa angustia es la mía cada noche al pensar en lo que uno debe hacer y sin tiempo pensarlo en la cama jajaja una agradable lectura para dormir o despertarse.

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    1. Esta una de las experiencias más desagradables que existen.
      Te saludo y te agradezco el tiempo usado en leer y comentar.
      Muchos cariños.

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  3. MUY bueno Mirta, tiene un ritmo trepidante, consigue enganchar hasta el final.

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    1. Gracias arteameno por el comentario.
      Valoro mucho tus palabras.
      Saludos.

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  4. Las angustias nos despiertan para jugarnos bromas y divertirse con nosotros. Muy buena entrada!

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  5. Desde que rincón de mi dormitorio me ves? Cuál es el sensor a través del cuál interpretas lo que pasa por mi cabeza cuando el insomnio me seca la boca e ilumina mi cuarto a oscuras?
    Me gusta lo escrito, mucho. Y lo odio a la vez porque me normaliza o "desespecializa" si quieres. ¡Gracias por el momento!

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    1. Me alegra que te haya gustado mi pequeño relato, gracias por tus palabras. Seguiré tratando de usar mi "sensor" y publicar otras cosas que tal vez también te resulten cercanas.
      Te agradezco mucho tus palabras.
      Muchos saludos.

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  6. Jajaja, pánico total. Y lo de la angustia con tener más seguidores en el blog, muy bueno.

    Saludos, Mirta.

    PD. Ay, estos odiosos captchas...

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    1. Hola Enrique: gracias por pasar por acá y por tu comentario.
      También odio los captchas ¿hay manera de eliminarlos?. Si existe pasame la manera, porque no tengo interes en tenerlos en el blog.
      Cariños.

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    2. Claro, es muy sencillo. Vete al escritorio de blogger > configuración > Entradas y comentarios > Mostrar verificación de palabras (marcas NO), guardas los cambios y listo.

      En nombre de los que cada vez ven menos que pepe leches: gracias :)

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  7. Gracias por tu comentario Angela, y por compartirlo en twitter. Tu trabajo también me resulta muy interesante.
    Muchos saludos y nuevamente gracias.

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  8. Hola Enrique: eres la Enciclopedia de la Internet, gracias, gracias. Ya elimine los captchas, siguiendo tus instrucciones.
    Sos lo superamable y tolerante con todos.
    Te mando muchos cariños.

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    1. Pues para estrenar la caja de comentarios libre de captchas...

      Gracias a ti :)

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  9. Un gran cariño, valoro mucho tu dedicación y tu amabilidad y tu ayuda permanente.
    Un gran cariño y lamento que les hayan "robado" una hora, pero después la recuperan en el próximo cambio.
    Muchos saludos. :D

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    1. Jajaja, ¿allá no tienen eso?

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    2. Lo teníamos hace unos años, pero por suerte se dejo de lado. Es un embrollo cambiar los relojes digitales de toda la casa. Tan molesto como las captchas o más.Ja, ja, ja. Saludos.

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  10. interesante.. y puedes sentir la angustia en cada letra, es un placer leerte amiga mía. porque escribas lo que escribas, le pones tu sello y es adentrarse en un nuevo mundo. como lo de los viejitos en la farmacia que eran lentos pero tu reflexionabas en el ..." algún día yo también seré mayor y me gustara que tengan la misma paciencia para conmigo.. " me gusta lo que explicas por que hay una moraleja y una reflexión positiva.

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    1. Gracias Gerard, me complace que te gusten mis pequeños aportes. Me alegro si logran dejar una reflexión positiva.
      Tus poesías también me resultan siempre portadoras de mensajes con muchas variables, pero siempre apasionantes.
      Un gran saludo.

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