.jpg)
De bronce es su rostro juvenil y perfecto, la estructura de su cráneo posee la perfección de huesos cincelados por el tiempo.
De bronce es el rostro encontrado en el camino del andar sin prisa, con calma y curiosidad perpetua.
De bronce es este rostro, que aún joven, nos transmite el sufrimiento traído desde siempre, nacido en un lugar olvidado del mundo y desarraigado por la ambición del hombre, del que se arrogó la superioridad de especie y así lo decretó para siempre.
De bronce es el rostro que vale menos, por que no es rubio como el oro, ni claro como un diamante.
De bronce es el castigo que a este rostro le ha tocado, lo heredó sin pedirlo, sin entenderlo, como no entendió nunca el escarnio a que fue sometido.
De bronce es el rostro de quien, a pesar de todo, está dispuesta a dar batalla, a bailar con alegría y a saber que los colores, los colores...ni siquiera podemos explicar por qué vemos los colores.
De bronce es el rostro de la bella joven, así debe serlo, es imprescindible, sin el bronce, no se podrían justificar las diferencias, ni la barbarie, ni la discriminación.
De bronce es el rostro que encontré en la multitud diciendo al mundo: "A pesar de todo, mi rostro existe, todos existimos y acá estamos, a pesar de todo"...
Pues tienes razón Mirta, a veces me pregunto también por qué vemos los colores en la piel. Me parece magnífico el texto, una reflexión contra la intolerancia racial. Felicidades, un saludo!!
ResponderEliminarSupongo que vemos los colores porque es lo primero que nos han enseñado a distinguir, ¡cuánto trabajo se toman en nuestra infancia para que los aprendamos!, pero lo que no nos enseñan es que los colores son solo eso, y no tienen nada que ver con las personas y lo que llevan dentro.
EliminarAbrazos.
Sin el bronce no esxistiría la discriminación..Si no existiera esa diversidad, si fuésemps todos iguales el miedo a lo diferente no se manifestría entre los hombres..Interesante reflexión, Mirta..Creo que el corazón humano sinete miedo de lo diferente y si las pieles fuesen idénticas temerían a los de frente ancha o estrecha o piernas largas, o pelo rizado..Somos diversos, y cobardes..Muy buen texto Mirta..!! Me ha encantado, simepre me hacer reflexionar..:)
ResponderEliminarExacto Alfmega, nuestro temor a lo desconocido es aterrador, nos paraliza y no nos permite acercarnos a dar otra mirada, mucho más comprensiva tal vez, hacia el ser humano que tenemos delante.
EliminarGracias por estar, abrazo fuerte.
Un crudo lienzo éste que reproduce la raza humana con todas sus diferencias en la que algunos ven individuos superiores e individuos inferiores.
ResponderEliminarGracias Enrique por tu mirada tan exacta sobre mi entrada. Tus opiniones siempre son las justas.
Eliminarprecioso por su color y su dureza-firmeza. Me gusta el texto. Besos
ResponderEliminarGracias Lumy por la visita y el comentario.
EliminarCariños.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarBella expresión de la belleza de la lucha, centrada en ese rostro de bronce, la cara con la que miramos la vida y nos mantiene sujetos a los días. hay una hermosa entereza en esta fotografía y mucha dignidad. Besos querida mía. Te quiero
ResponderEliminarGracias por tu hermoso comentario Amparo, lo valoro mucho, tu visita a mi blog es un hermoso regalo. Un abrazo super gigante, yo también te quiero mucho.
ResponderEliminarUn texto fuerte, una gran reflexión y una obra magnífica. Besos
ResponderEliminarGracias Hanna por tus palabras. Un saludo gigante.
ResponderEliminarCreo que todos han dicho todo. A que agregar nada. Lo interesante es que esto lo produce una fotografía de una afrodescendiente o tal vez africana originaria, y la que uno apunta la cámara porque es algo diferente, que nos llama la atención. La actitud está tan metida que es muy difícl poder eradicarla.
ResponderEliminarAsí es Alberto, para nosotros todavía es como algo diferente...
Eliminar