sábado, 11 de mayo de 2013

Amo a Buenos Aires.

¿Por qué amo a Buenos Aires?

Porque es mágico, impredecible, cambia en cada esquina, es manso y es retador, sorprende e ilumina. Basta caminar con el alma abierta para ser sorprendido por la magia de Buenos Aires.

Partiendo desde el obelisco, punto estratégico de la ciudad y caminando por calles rodeadas de edificios y que son recorridas por miles de personas cada día, en un día sábado se encuentra una paz que deleita. 


Dejando atrás los majestuosos edificios de Puerto Madero se accede al paisaje de la foto, desde la reserva ecológica estamos viendo el famoso río color de león, el Río de la Plata, ancho como un mar, atrayente como un precipicio. Que tanto sorprendió a los que llegaron por primera vez a estas tierras.



Continuando el camino entre una naturaleza que es imposible de imaginar que exista, compitiendo con las edificaciones, nos sigue sorprendiendo la mágica existencia de Buenos Aires.  





Damos otra vuelta al humor de Buenos Aires y llegamos al final de la reserva y nos asomamos a la vieja costanera.  Nuevamente la magia de Buenos Aires nos trae un espectáculo nuevo, no esperado, como un regalo de algún duende juguetón y cariñoso. En el viejo espigón encontramos  gente que canta, que baila, que pasa un mate de mano en mano (¡el mate!), tradición de unión y de compartir el tiempo que transcurre mansamente, tan nuestra, tan poética y tan perfecta.


Este permanente nacer y ser, recrearse cada día, la gente que puebla mi ciudad, las vivencias de mi ciudad, los contrastes de mi ciudad, hacen que no quiera marcharme nunca, y seguir sobrevolandola aún después de muerta.

¿Por qué amo a Buenos Aires?. Acaso se puede no amarla...



3 comentarios:

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  2. Que precioso relato, me ha encantado, comprendo la pasión que sientes por el lugar en el que has nacido y en el que vives, el que te marca de manera inexorable con toda clase de experiencias, buenas y malas, pero siempre muy querido, te comprendo, porque a mi me pasa igual con mi querido Madrid.

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  3. Así es Carmen, uno ama aquello con lo cual convive y disfruta día a día. Llega a convertirse en una hermosa pasión.
    Aparte te digo que también me encanta Madrid, sobre todo la calidez de sus habitantes y el bagaje cultural que guardan cada uno de sus rincones.
    Pienso que ambas compartimos iguales intereses, por lo bello y por aquello que vivimos cada día, para mí, querida amiga, eso es vivir.
    Te mando un gran saludo.

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