lunes, 27 de mayo de 2013
Jardín Japones resplandeciente.
Jardín Japones, Buenos Aires, tarde de primavera, el paisaje resplandece bajo el sol y yo lo observo a través de colores magnetizantes.
Paisajes transformados.
Un camino de Mar del Plata, unos toquecitos a el teclado y un pequeño recreo para la mente, armar algo totalmente distinto al original.
La edad de la "inocencia"
Caminando por Plaza San Martín, me pareció haber vuelto a mis años de la juventud, ya que todo a mi alrededor me recordaba el hippismo de los años 60.
Los artesanos ofreciendo sus realizaciones, los jóvenes utilizando ropas similares a las que nosotros usabamos, los cabellos largos, las vinchas (¡las vinchas!, como me encantaba usarlas). Todo el ambiente alrededor. Caras frescas, sonrisas amplias, abrazos afectuosos, libros y canciones con mensaje.
Cantidad de jóvenes se habían reunido para manifestase contra una empresa multinacional que estaría produciendo un hervicida tolerado por las semillas transgéncias, lo cual deteriora la tierra y traería enfermedades a los seres humanos, alterando el medio ambiente.
Ese era el motivo por el cual se realizaba la concentración, frente a las oficinas de la empresa cuestionada.
Esa es la anécdota.
¿Por qué use para esta publicación el título "La edad de la "inocencia"", porque me resultaron sumamente tiernos en su postura estos jóvenes.
Me hicieron pensar cuantos hemos pasado por esta edad haciendo lo mismo, a través de la historia, a través de los siglos, a través de las crisis, siempre luchando por cambiar, transformar, mejorar el mundo y ¿ha habido un resultado? ¿Ha cambiado el hombre?
Por otra parte no comprendí una dicotomía que encontré entre los presentes, que existía también en los años 60 y supongo que en los años pasados ocurrió igual.
Los artesanos ofreciendo sus realizaciones, los jóvenes utilizando ropas similares a las que nosotros usabamos, los cabellos largos, las vinchas (¡las vinchas!, como me encantaba usarlas). Todo el ambiente alrededor. Caras frescas, sonrisas amplias, abrazos afectuosos, libros y canciones con mensaje.
Cantidad de jóvenes se habían reunido para manifestase contra una empresa multinacional que estaría produciendo un hervicida tolerado por las semillas transgéncias, lo cual deteriora la tierra y traería enfermedades a los seres humanos, alterando el medio ambiente.
Ese era el motivo por el cual se realizaba la concentración, frente a las oficinas de la empresa cuestionada.
Esa es la anécdota.
¿Por qué use para esta publicación el título "La edad de la "inocencia"", porque me resultaron sumamente tiernos en su postura estos jóvenes.
Me hicieron pensar cuantos hemos pasado por esta edad haciendo lo mismo, a través de la historia, a través de los siglos, a través de las crisis, siempre luchando por cambiar, transformar, mejorar el mundo y ¿ha habido un resultado? ¿Ha cambiado el hombre?
Por otra parte no comprendí una dicotomía que encontré entre los presentes, que existía también en los años 60 y supongo que en los años pasados ocurrió igual.
Se vendían productos comestibles naturales, plantados en huertas orgánicas, se ponía énfasis en lo importante de lo sano y no dañino para la especie humana; se estaba haciendo una protesta y una demostración para tratar de obtener mejor calidad de vida para el planeta y para la humanidad; pero en medio de esa hermosa idea, se fumaba marihuana y se consumían grandes cantidades de alcohol.
Por eso puse como título la edad de la "inocencia", por esa "inocencia" tan maravillosa y genial de los jóvenes que luchan por cambiar el mundo, por la "inocencia" de vivir un mundo sano y agregarle sustancias que no ayudan a ser sanos o ¿tal vez por mi inocencia, mi inocencia perdida en que se podrá cambiar el status establecido o, mi inocencia de pensar que ciertas cosas que "se usan" no son buenas y la lucha debería ser contra todo lo que nos perjudica?
¿Quién vive en la edad de la inocencia: ellos o yo?
jueves, 23 de mayo de 2013
La flor digitalizada
La flor digitalizada
Cuando miro mis disparos a la naturaleza convertidos en una imagen que se transforma en algo totalmente distinto a lo que empezó siendo, cuando con mis manos sobre el tablero voy cambiando y cambiando, voy creando…, siento la sensación de que una nueva vida esta naciendo, una vida que parte de una transformación digital, ¿quién da vida a quién?. ¿ La imagen primera que mereció mi atención o la imagen última, la que logro mi manipulación?
¿Quiénes somos, los que nacemos con una carga genética predeterminada y que el tiempo va transformando, o los que al final los avatares de la vida nos dejan despojados de sueños, esperanzas y futuro?
Desde el momento que emitimos el primer llanto en nuestro sendero de la vida todos alrededor se afanan por procurarnos un futuro, ¡Asegurarnos un futuro!, debemos estudiar, debemos trabajar, armarnos un porvenir, tener una casa, un auto, un hijo (así, en ese orden), salir de vacaciones, desplazarnos los fines de semana largos, a través de autopistas repletas de personas que vociferan por la larga caravana de espera y los numerosos accidentes que se producen. ¿Quién dictamina lo que es correcto en nuestras vidas?.
El niño nace, el niño crece, si esta solo debe ir a la guardería para “relacionarse con los de su edad”, si tiene hermanos debe ir para “no ser sobreprotegido”, el joven crece, debe labrarse un futuro ¿Cuál es el futuro? ¿Qué es ese futuro que tanto nos desvela? ¿Existe realmente? ¿O se lo llevará tal vez una guerra, (las que nunca faltan), o un tornado, o una enfermedad no planificada?. Ese afán de lograr seguridad, “seguridad”, ¿qué es seguro? ¿qué es seguridad?
Como de costumbre, empiezo a ver y a sentir la ensoñación de dejarme ir por mis pensamientos; en mi infancia, en mi adolescencia, los tiempos eran largos, plácidos y destinados a disfrutar del placer de aprender a estar con uno mismo, a soñar, a pensar, a imaginar que una rama era una espada y un poco de barro se convertía en una olla mágica.
Comencé obteniendo la foto, la retoque con el gusto que ello me produce, me puse a mirarla y se dispararon mis ideas, ya me fui navegando por esos mares que son tan plácidos y tan bellos, tan brillantes y tan nítidos, me fui volando por un cielo sin límites, celeste y límpido como después de una deliciosa lluvia.
Pregunta final: ¿mis ideas se pierden por los senderos de la imaginación o yo estoy perdida por los senderos de la locura? No me quita mucho el sueño la respuesta, prefiero la locura del sentimiento a la sensatez de la mediocridad. Seguiré transitando los caminos de soñar, de volar, de liberar la imaginación y los sentimientos, humildemente los invito a acompañarme a recorrerlos junto conmigo, a que soñemos que no hace falta tener nada seguro, que no hace falta correr, que lenta y hermosamente podemos compartir nuestros pensamientos con nosotros mismos y vivir de hermosos sueños que no sean verdaderos,.. que una rama sea una espada y un poco de barro una olla mágica.
Les comparto mis divagues y mi flor transformada, espero que les guste y que sea un reposo en medio del trajín diario, sería lindo descubrir que hay otros “locos” dispuestos a seguir un sueño…Los estoy esperando…anímense, es un hermoso desafío.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Fernando Fader, un gran creador que realizo toda su obra en nuestro país.
"Caballos en la niebla" es apenas una pequeña muestra de la inmensa obra de Fader. Muchas de sus obras se encuentran en el museo de Bellas Artes de Buenos Aires y en Córdoba, Argentina, se encuentra un museo en la casa que habito hasta
su muerte.
"Mañana tibia". Otro ejemplo del talento de este gran pintor
Fernando Fader (1882-1935). fue el pintor argentino que ejerció una influencia determinante en el proceso de renovación que puso fin al imperio de las corrientes realistas o naturistas y académicas -originadas en la pintura italiana.
Nacido en Mendoza -hay quienes afirman que en Burdeos-, de madre francesa y de padre alemán, partió a Europa en 1900 y, en el Real Instituto de Artes y Ciencias, de Munich, siguió los cursos del maestro Heinrich von Zugel, cuya pintura de aire libre es una especie de versión germana, muy particular, del impresionismo.
Nacido en Mendoza -hay quienes afirman que en Burdeos-, de madre francesa y de padre alemán, partió a Europa en 1900 y, en el Real Instituto de Artes y Ciencias, de Munich, siguió los cursos del maestro Heinrich von Zugel, cuya pintura de aire libre es una especie de versión germana, muy particular, del impresionismo.
Definen el arte de este maestro la preocupación de la luz, la fusión en ella de las formas y la pesadez de los empastes y, en su concepción general del cuadro, gravitan de modo muy evidente fuertes elementos naturalistas. La influencia de su mentor muniqués se hizo sentir poderosamente en la obra de Fader a lo largo de toda su vida.
De vuelta en la Argentina se presenta por primera vez en el Salón Costa de la calle Florida, en 1905, y luego, durante varios años, se expone en Muller. Su éxito es fulminante. Se lo acoge con interés y es, desde el primer momento, de los pocos artistas argentinos que tienen compradores. Espíritu emprendedor, intenta la construcción, en el río Mendoza, de un embalse que le permita instalar una usina destinada a proveer energía eléctrica a la capital de la provincia.
Pero un inusitada creciente del río arrasa el dique y se lleva, con él, toda su fortuna. Fader abandona los negocios, se consagra de nuevo a la pintura y reconstruye, con ella, su bienestar. Pero, enfermo de los pulmones, se ve obligado a recluirse en las sierras de Córdoba y allí termina sus días, en el pueblito de Ischilín, trabajando con intensidad hasta su último instante.
Su pintura -inspirada en temas, por lo general, de nuestras serranías cordobesas- incorporó, en la Argentina , una visión nueva ,completamente distinta, de esos motivos. Sus características son, en términos generales, las mismas de su maestro Zugel : empastes pesados, preocupación de la luz, fusión en la retina de los tonos divididos en la tela, composición impuesta por la reproducción de motivo más que por un propósito deliberado de equilibrio y, dominándolo todo, una concepción naturalista. Desde el punto de vista del color no siempre Fader es afortunado. Con frecuencia su cromatismo adolece de cierta actitud y no son raros, en sus cuadros, los grises carentes de limpieza. Logra, a veces, hermosas transparencias atmosféricas. Su obra -con la de Malharro, principalmente- señala el fin de la etapa naturalista y academinizante de la pintura argentina y el advenimiento de la renovación impresionista.
Una mujer brillante, llena de talento, que fue castigada, aislada y trataron de ignorarla, pero su gran capacidad creativa supero todos los obstáculos y hoy tenemos la suerte de haber heredado las obras extraordinarias que creo.
Una grande, incomprendida y extraordinaria mujer, avanzada para su época, rompió esquemas y eso no era fácil de aceptar en ese tiempo. Una mujer con toda la fuerza y con todo el talento.
Dolores Mora Vega, conocida como Lola Mora, nació en la provincia de Salta en 1867, escultora y pintora argentina. Estudió dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes de Tucumán y más tarde, por medio de una beca, en Buenos Aires.
En 1897 viajó a Europa y se introdujo en los círculos de los mejores maestros y escultores, perfeccionando sus técnicas. En Roma abrió su propio atelier donde se reunían artistas e intelectuales de Italia, Francia y Alemania; su nombre empezó a ser reconocido y adquirió fama de gran artista. Lolaganó un concurso para hacer el monumento a la Reina Victoria de Inglaterra, para la ciudad de Melbourne; otro, para el monumento alzar Alejandro I, para San Petersburgo, pero ninguno de los dos pudo realizar, ya que debía adoptar la ciudadanía de esos países (australiana y rusa), condición con la que no estuvo de acuerdo.
Cinceló bustos, modeló bajorrelieves, trabajó febrilmente: su nombre se impuso en Europa, pero Lola deseaba que su obra fuera conocida también en su país. Ofreció la "Fuente de las Nereidas" - que representa el nacimiento de Venus - inspirada en la mitología griega, lo que le generó el primer escándalo como escultora. Buenos Aires la condenó, la agredió, sufrió oposición, críticas y rechazo. Los sectores conservadores consideraron la obra inmoral, por la desnudez de las figuras.
En todas sus obras la artista manifestó una fuerza creadora, ardiente, transgresora, que escandalizó a una sociedad prejuiciosa, que no supo ver la calidad y la sensibilidad que en ellas expresaba. Muchas de sus obras fueron destrozadas antes de ser inauguradas y otras terminaron en un depósito municipal.
Paisajes, retratos, esculturas, todas obras de singular belleza: su talento y su infatigable inspiración han hecho de Lola Mora la primera mujer escultora del Rio de la Plata. El dolor y el ostracismo porteño no la amilanaron, siguió con entereza y pasión volcándose en su obra.
Cuando dejaba de lado la escultura, incurría en otros campos. Fue inventora y urbanista: en Roma, proyectó la construcción de su casa; en Buenos Aires, diseñó planos para hacer el Primer Proyecto de Subterráneo y un túnel subfluvial, otro para el tránsito de tranvías y peatones; participó como contratista en el tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, en Salta. Fue pionera de la Minería Nacional, a los 60 años, viviendo en Salta, se dedicó a extraer aceites lubricantes de las montañas, para usarlo como combustible.
Lola Mora murió en 1936, extremadamente pobre, a los 69 años.
Después de muchos años - su obra marginada y ella olvidada - son pocas las obras expuestas de Lola Mora que quedan. Se encuentra alguna escultura en Salta, Tucumán, Jujuy, Mendoza, algunos grupos funerarios en el cementerio de la Recoleta y el busto de Sáenz Peña en la Casa de Gobierno.
El Congreso de la Nación dispuso en 1998, el día de su natalicio como "Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas", reconociendo a Lola Mora como una genial escultora.
Una de sus obras más controversiales "La Fuente de las Nereidas", fue desplazada desde su lugar original al que ocupa actualmente cercana a la Reserva Ecológica, que antes correspondía a la vieja costanera.
Siglo XIX - Lola Mora
Dolores Mora Vega, conocida como Lola Mora, nació en la provincia de Salta en 1867, escultora y pintora argentina. Estudió dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes de Tucumán y más tarde, por medio de una beca, en Buenos Aires.
En 1897 viajó a Europa y se introdujo en los círculos de los mejores maestros y escultores, perfeccionando sus técnicas. En Roma abrió su propio atelier donde se reunían artistas e intelectuales de Italia, Francia y Alemania; su nombre empezó a ser reconocido y adquirió fama de gran artista. Lolaganó un concurso para hacer el monumento a la Reina Victoria de Inglaterra, para la ciudad de Melbourne; otro, para el monumento alzar Alejandro I, para San Petersburgo, pero ninguno de los dos pudo realizar, ya que debía adoptar la ciudadanía de esos países (australiana y rusa), condición con la que no estuvo de acuerdo.
Cinceló bustos, modeló bajorrelieves, trabajó febrilmente: su nombre se impuso en Europa, pero Lola deseaba que su obra fuera conocida también en su país. Ofreció la "Fuente de las Nereidas" - que representa el nacimiento de Venus - inspirada en la mitología griega, lo que le generó el primer escándalo como escultora. Buenos Aires la condenó, la agredió, sufrió oposición, críticas y rechazo. Los sectores conservadores consideraron la obra inmoral, por la desnudez de las figuras.
En todas sus obras la artista manifestó una fuerza creadora, ardiente, transgresora, que escandalizó a una sociedad prejuiciosa, que no supo ver la calidad y la sensibilidad que en ellas expresaba. Muchas de sus obras fueron destrozadas antes de ser inauguradas y otras terminaron en un depósito municipal.
Paisajes, retratos, esculturas, todas obras de singular belleza: su talento y su infatigable inspiración han hecho de Lola Mora la primera mujer escultora del Rio de la Plata. El dolor y el ostracismo porteño no la amilanaron, siguió con entereza y pasión volcándose en su obra.
Cuando dejaba de lado la escultura, incurría en otros campos. Fue inventora y urbanista: en Roma, proyectó la construcción de su casa; en Buenos Aires, diseñó planos para hacer el Primer Proyecto de Subterráneo y un túnel subfluvial, otro para el tránsito de tranvías y peatones; participó como contratista en el tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, en Salta. Fue pionera de la Minería Nacional, a los 60 años, viviendo en Salta, se dedicó a extraer aceites lubricantes de las montañas, para usarlo como combustible.
Lola Mora murió en 1936, extremadamente pobre, a los 69 años.
Después de muchos años - su obra marginada y ella olvidada - son pocas las obras expuestas de Lola Mora que quedan. Se encuentra alguna escultura en Salta, Tucumán, Jujuy, Mendoza, algunos grupos funerarios en el cementerio de la Recoleta y el busto de Sáenz Peña en la Casa de Gobierno.
El Congreso de la Nación dispuso en 1998, el día de su natalicio como "Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas", reconociendo a Lola Mora como una genial escultora.
domingo, 12 de mayo de 2013
¿Por qué puede un pájaro ser libre?
El Jorobado de París. Musical realizado por Cibrián-Mahler, se estreno en el Luna Park en el año 2008.
Como todas las obras realizadas por esta dupla extraordinaria, trata con maravillosa sensibilidad el tema del diferente, del separado del mundo, que debe vivir solitariamente para evitar ser agredido por aquellos que no lo comprenden.
Adaptación del clásico libro "Nuestra Señora de París" del escritor Victo Hugo, brilla en toda su realización, conmueve y lleva a pensar en las diferencias que tan cruelmente establecemos.
En el vídeo se reproduce una de las canciones más hermosas que he escuchado y cantada con una voz y un sentimiento que estremece.
Lolita Torres: una cantante extraordinaria.
Este vídeo muestra la primera actuación en cine de Lolita Torres, en el año 1944, tenía menos de 14 años.
La película se llamaba "La danza de la fortuna" y en la misma actuaba la actriz Olinda Bozán y el actor Luis Sandrini, dos grandes de aquella época.
Esta escena aumento el reconocimiento que ya poseía y la catapulto a la fama mundial.
BIOGRAFIA
Beatriz Mariana Torres era el nombre verdadero de Lolita Torres, quien nació en Avellaneda, Pvcia. de Buenos Aires, el 26 de marzo de 1930. Vivió unos pocos años de su infancia en el barrio de Tapiales para regresar luego a su ciudad natal. Fue cantante y actriz. Debutó en el Teatro Avenida en 1942, en la compañía "Maravillas de España". Pronto fue contratada para cantar en el colmao El Tronío y en Radio El Mundo, donde trabajó durante nueve años, para luego pasar a Radio Belgrano. En ella, la innumerable cantidad de recitales realizados en su auditorio, con orquesta en vivo y público presente, fueron testigos de las multitudes que el anuncio de su nombre convocaba.
En los comienzos de su carrera, cantó en Goyescas, importante sala de música internacional, y participó en varias revistas porteñas encabezadas por las figuras famosas del momento, teniendo a su cargo los cuadros musicales.
Realizó giras por Uruguay, Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos, España y Rusia. Justamente en la ex Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas alcanzó un éxito sin precedentes como ningún otro artista argentino, motivo por el cual sus conciertos debían programarse en salas que pudieran albergar miles de espectadores. Siete extensas giras la llevaron a recorrer en diferentes ocasiones los distintos paises que formaban la por entonces denominada U.R.S.S.
Aunque comenzó su carrera cantando solo música de género español, incursíonó más tarde en diferentes ritmos que la convirtieron en prestigiosa intérprete de música internacional.
En 1957 se casó con el ingeniero Santiago Rodolfo Burastero y de esa unión nació su primer hijo, Santiago Ezequiel, el 26 de abril de 1958. Pocos meses más tarde, el matrimonio sufrió un accidente automovilístico a consecuencia del cual perdió la vida el esposo de Lolita. Su vida siguió adelante y supo recuperarse del dolor. Volvió a casarse en diciembre de 1960 con Julio César "Lole" Caccia, amigo de la familia Burastero. Con él tuvo cuatro hijos más: Angélica Teresa, Marcelo Julio, Mariana Beatriz y Diego Antonio (este último es el tan famoso Diego Torres).
Su trayectoria en cine comenzó en 1944 con "La danza de la fortuna", pero fue en el transcurso de los años '50 cuando alcanzó su máximo esplendor. Sus películas fueron éxito de taquilla permaneciendo varias semanas en cartel. La última de ellas, "Allá en el Norte", fue estrenada en 1973.
En la década del sesenta realizó varias comedias para televisión, algunas de ellas en capítulos semanales que se extendían a lo largo de tres meses (El sí de las niñas, La casa de la Troya, La hermana San Sulpicio, Señorita Medianoche, Dos gotas de agua, Candilejas, Mariana, Burbuja) y otras en formato de unitarios (El genio alegre, Mi prima está loca, Sangre y arena, Gorrión). Además, también realizó infinidad de recitales que le permitieron a través de todos los canales exhibir su ecléctico repertorio, luciendo virtudes de las que muy pocos son capaces.
El teatro le permitió mostrar a la gran comediante que fue con títulos como Ladroncito de mi alma, Según pasan los años, Mundo de candilejas, Tu cuna fue un conventillo. Sin ninguna duda fue este el ámbito donde más cómoda se sintió para expresarse fundamentalmente como cantante, en un encuentro directo y casi familiar con el público que la había seguido desde sus comienzos y el más reciente que, con su apertura musical, había sabido conquistar.
Lolita cantó sobre los más diversos escenarios de Argentina y de otros países del mundo, hasta que solamente una enfermedad dura e implacable la apartó de ellos.
Recibió gran cantidad de premios y distinciones a lo largo de algo más de cincuenta y un años de trayectoria artística. El último que recibió en vida fue su nombramiento como Ciudadana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un mes antes de su fallecimiento.
Lolita Torres padeció artritis reumatoidea en los últimos años de su vida. Murió el 14 de septiembre de 2002, a los 72 años de edad.
En los comienzos de su carrera, cantó en Goyescas, importante sala de música internacional, y participó en varias revistas porteñas encabezadas por las figuras famosas del momento, teniendo a su cargo los cuadros musicales.
Realizó giras por Uruguay, Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos, España y Rusia. Justamente en la ex Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas alcanzó un éxito sin precedentes como ningún otro artista argentino, motivo por el cual sus conciertos debían programarse en salas que pudieran albergar miles de espectadores. Siete extensas giras la llevaron a recorrer en diferentes ocasiones los distintos paises que formaban la por entonces denominada U.R.S.S.
Aunque comenzó su carrera cantando solo música de género español, incursíonó más tarde en diferentes ritmos que la convirtieron en prestigiosa intérprete de música internacional.
En 1957 se casó con el ingeniero Santiago Rodolfo Burastero y de esa unión nació su primer hijo, Santiago Ezequiel, el 26 de abril de 1958. Pocos meses más tarde, el matrimonio sufrió un accidente automovilístico a consecuencia del cual perdió la vida el esposo de Lolita. Su vida siguió adelante y supo recuperarse del dolor. Volvió a casarse en diciembre de 1960 con Julio César "Lole" Caccia, amigo de la familia Burastero. Con él tuvo cuatro hijos más: Angélica Teresa, Marcelo Julio, Mariana Beatriz y Diego Antonio (este último es el tan famoso Diego Torres).
Su trayectoria en cine comenzó en 1944 con "La danza de la fortuna", pero fue en el transcurso de los años '50 cuando alcanzó su máximo esplendor. Sus películas fueron éxito de taquilla permaneciendo varias semanas en cartel. La última de ellas, "Allá en el Norte", fue estrenada en 1973.
En la década del sesenta realizó varias comedias para televisión, algunas de ellas en capítulos semanales que se extendían a lo largo de tres meses (El sí de las niñas, La casa de la Troya, La hermana San Sulpicio, Señorita Medianoche, Dos gotas de agua, Candilejas, Mariana, Burbuja) y otras en formato de unitarios (El genio alegre, Mi prima está loca, Sangre y arena, Gorrión). Además, también realizó infinidad de recitales que le permitieron a través de todos los canales exhibir su ecléctico repertorio, luciendo virtudes de las que muy pocos son capaces.
El teatro le permitió mostrar a la gran comediante que fue con títulos como Ladroncito de mi alma, Según pasan los años, Mundo de candilejas, Tu cuna fue un conventillo. Sin ninguna duda fue este el ámbito donde más cómoda se sintió para expresarse fundamentalmente como cantante, en un encuentro directo y casi familiar con el público que la había seguido desde sus comienzos y el más reciente que, con su apertura musical, había sabido conquistar.
Lolita cantó sobre los más diversos escenarios de Argentina y de otros países del mundo, hasta que solamente una enfermedad dura e implacable la apartó de ellos.
Recibió gran cantidad de premios y distinciones a lo largo de algo más de cincuenta y un años de trayectoria artística. El último que recibió en vida fue su nombramiento como Ciudadana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un mes antes de su fallecimiento.
Lolita Torres padeció artritis reumatoidea en los últimos años de su vida. Murió el 14 de septiembre de 2002, a los 72 años de edad.
sábado, 11 de mayo de 2013
Amo a Buenos Aires.
¿Por qué amo a Buenos Aires?
Porque es mágico, impredecible, cambia en cada esquina, es manso y es retador, sorprende e ilumina. Basta caminar con el alma abierta para ser sorprendido por la magia de Buenos Aires.
Partiendo desde el obelisco, punto estratégico de la ciudad y caminando por calles rodeadas de edificios y que son recorridas por miles de personas cada día, en un día sábado se encuentra una paz que deleita.
Dejando atrás los majestuosos edificios de Puerto Madero se accede al paisaje de la foto, desde la reserva ecológica estamos viendo el famoso río color de león, el Río de la Plata, ancho como un mar, atrayente como un precipicio. Que tanto sorprendió a los que llegaron por primera vez a estas tierras.
Porque es mágico, impredecible, cambia en cada esquina, es manso y es retador, sorprende e ilumina. Basta caminar con el alma abierta para ser sorprendido por la magia de Buenos Aires.
Partiendo desde el obelisco, punto estratégico de la ciudad y caminando por calles rodeadas de edificios y que son recorridas por miles de personas cada día, en un día sábado se encuentra una paz que deleita.
Dejando atrás los majestuosos edificios de Puerto Madero se accede al paisaje de la foto, desde la reserva ecológica estamos viendo el famoso río color de león, el Río de la Plata, ancho como un mar, atrayente como un precipicio. Que tanto sorprendió a los que llegaron por primera vez a estas tierras.
Continuando el camino entre una naturaleza que es imposible de imaginar que exista, compitiendo con las edificaciones, nos sigue sorprendiendo la mágica existencia de Buenos Aires.
Damos otra vuelta al humor de Buenos Aires y llegamos al final de la reserva y nos asomamos a la vieja costanera. Nuevamente la magia de Buenos Aires nos trae un espectáculo nuevo, no esperado, como un regalo de algún duende juguetón y cariñoso. En el viejo espigón encontramos gente que canta, que baila, que pasa un mate de mano en mano (¡el mate!), tradición de unión y de compartir el tiempo que transcurre mansamente, tan nuestra, tan poética y tan perfecta.
Este permanente nacer y ser, recrearse cada día, la gente que puebla mi ciudad, las vivencias de mi ciudad, los contrastes de mi ciudad, hacen que no quiera marcharme nunca, y seguir sobrevolandola aún después de muerta.
¿Por qué amo a Buenos Aires?. Acaso se puede no amarla...
viernes, 10 de mayo de 2013
El árbol de la ciencia. Conrado Nalé Roxlo.
EL ÁRBOL DE LA CIENCIA
Yo vivía en el vago
país de la leyenda,
entre dorados héroes
y diáfanas doncellas.
De una verdad celeste
mi alma estaba llena,
como un prado de aromas
cuando es la primavera.
Pero una mala noche
traspuse las fronteras,
buscando las oscuras
verdades de la tierra.
Al ángel de la guarda
que me siguió en la senda,
lo ahuyenté con mis dudas
como a un perro con piedras-
Las ramas sin aromas
del árbol de la ciencia
hoy en mi frente triste
ponen su sombra negra.
Y fatigo mis manos
partiendo nueces huecas.
Yo vivía en el vago
país de la leyenda,
entre dorados héroes
y diáfanas doncellas.
De una verdad celeste
mi alma estaba llena,
como un prado de aromas
cuando es la primavera.
Pero una mala noche
traspuse las fronteras,
buscando las oscuras
verdades de la tierra.
Al ángel de la guarda
que me siguió en la senda,
lo ahuyenté con mis dudas
como a un perro con piedras-
Las ramas sin aromas
del árbol de la ciencia
hoy en mi frente triste
ponen su sombra negra.
Y fatigo mis manos
partiendo nueces huecas.
miércoles, 8 de mayo de 2013
"Cuando salí de Cuba". Luis Aguile. Un recuerdo para alguien que nos dio muchos gratos momentos.
Luis Aguilé
Su nombre de pila fue Luis María Aguilera Picca pero ha sido conocido artísticamente como Luis Aguilé. Sus temas más conocidos son "Cuando salí de Cuba", "Juanita Banana" o "La banda está borracha".
Nació en Buenos Aires en el año 1936. Ya en 1951, con tan sólo 15 años, consiguió abrirse un hueco en la radio y en 1956 logró un enorme éxito en un concurso al que se presentó.
Es recordado también por su sello personal, no sólo en la música si no su colorido vestuario y en especial las corbatas multicolores y con estampados imposibles. Sus temas reflejaban su visión optimista de la vida. Además ejerció labores de actor, participando en dos películas, y de presentador de televisión.
Luis Aguilé partió de Buenos Aires a finales de los cincuenta, recibió la nacionalidad española en el 90. Compartió sus actuaciones entre España y Argentina.
Nació en Buenos Aires en el año 1936. Ya en 1951, con tan sólo 15 años, consiguió abrirse un hueco en la radio y en 1956 logró un enorme éxito en un concurso al que se presentó.
Es recordado también por su sello personal, no sólo en la música si no su colorido vestuario y en especial las corbatas multicolores y con estampados imposibles. Sus temas reflejaban su visión optimista de la vida. Además ejerció labores de actor, participando en dos películas, y de presentador de televisión.
Luis Aguilé partió de Buenos Aires a finales de los cincuenta, recibió la nacionalidad española en el 90. Compartió sus actuaciones entre España y Argentina.
Sus actuaciones en Tio Curzio en el verano, eran un clásico de Mar del Plata.
Murió en octubre del 2000.
Durante muchos años su canción "Cuando salí de Cuba" fue emblemática para los exiliados cubanos en Miami.
Era muy común verlo caminar por las calles de Buenos Aires con su vestuario siempre llamativo y un aire especial que atrapa tanto arriba como abajo del escenario.
Los que tuvimos la suerte de verlo actuar en teatro, televisión o compartir con él alguna velada nunca podremos olvidar el don de gente y la espectacularidad de su actuación. Un verdadero showman.
¡Que dichosa la naturaleza!
Las montañas se aquietan en la lejanía del día. Lentamente las nubes van cubriendo las serenas cortinas del levante y del poniente.
Es hora de descanso, después del trajín del día, nuestro espíritu inquieto va encontrando la armonía, armonía del alma y del pensamiento.
¡Que dichosa la naturaleza!. Sigue su rutina, comienza y termina cada día con sus largos silencios, con sus remansos y sus tornasolados amaneceres y ocasos.
¡Que dichosa la naturaleza!. Para ella no existen dudas ni pesares, no tiene obligaciones que cumplir y solamente transcurre lentamente a lo largo de su día, con la tranquilidad de quien no tiene afanes ni torturas.
¡Que dichosa la naturaleza!. Guarda en sí misma tanta sabiduría, que trata de transmitirla, pero nosotros solo logramos algunos minutos para poder sentarnos a admirarla y copiar su mansa letanía, su ofrenda sin demandas.
¡Que dichosa la naturaleza!. Nos envía su mensaje día tras día, "no hay apuro, no hace falta tanta prisa, solo hay que sentarse a mirar el cielo, a sentir la brisa, a vivir la vida".
¡Que dichosa la naturaleza!, aprendió el gran secreto, disfrutar cada día como único e irrepetible, ojala alguna vez pueda transmitirnos su secreto para ayudarnos a lograr aprender la sencillez de la alegría.
Es hora de descanso, después del trajín del día, nuestro espíritu inquieto va encontrando la armonía, armonía del alma y del pensamiento.
¡Que dichosa la naturaleza!. Sigue su rutina, comienza y termina cada día con sus largos silencios, con sus remansos y sus tornasolados amaneceres y ocasos.
¡Que dichosa la naturaleza!. Para ella no existen dudas ni pesares, no tiene obligaciones que cumplir y solamente transcurre lentamente a lo largo de su día, con la tranquilidad de quien no tiene afanes ni torturas.
¡Que dichosa la naturaleza!. Guarda en sí misma tanta sabiduría, que trata de transmitirla, pero nosotros solo logramos algunos minutos para poder sentarnos a admirarla y copiar su mansa letanía, su ofrenda sin demandas.
¡Que dichosa la naturaleza!. Nos envía su mensaje día tras día, "no hay apuro, no hace falta tanta prisa, solo hay que sentarse a mirar el cielo, a sentir la brisa, a vivir la vida".
¡Que dichosa la naturaleza!, aprendió el gran secreto, disfrutar cada día como único e irrepetible, ojala alguna vez pueda transmitirnos su secreto para ayudarnos a lograr aprender la sencillez de la alegría.
lunes, 6 de mayo de 2013
Un día en la ciudad.
Cada día comienza con esperanzas de nuevas vivencias y de que grandes sorpresas llegaran a nuestra vida.
El día transcurre y seguimos caminando nuestro sendero de esperanza y ensueños, algo nuevo va a ocurrir, las cosas tienen que cambiar, no puede ser que siempre todo siga igual. De algún lugar mágico surgirá la solución que cambiara nuestro destino.
Trabajamos durante el día detrás de nuestros escritorios con los ojos fijos en nuestras pantallas, de vez en cuando el sonido de nuestro celular nos distrae por un momento hacia otros destinos y la comunicación con seres virtuales complementa nuestra vida. Tenemos miles de conexiones con personas de todos los lugares del mundo y podemos comunicarnos a través de un traductor que a veces necesita ser traducido.
Al fin el día termina y vamos con unos amigos a un after office, aprovechamos el happy hour y todo está perfecto. Pero todavía seguimos buscando, buscando, buscando la respuesta a la existencia.
Salimos a la calle y entonces nos golpea la verdad cotidiana, la que vemos en la foto, alguien también esta buscando respuestas, sorpresas extraordinarias que alegren su vida, pero encuentra solamente la bolsa de residuos que recoge como todos los días, esperando encontrar algo para llenar su estomago, lo rodean los desechos de una ciudad que vive buscando sueños.
Nuestras vivencias del día, lo que quedo de ellas rodea a este hombre que como todos busca el milagro de que algo suceda, que el mañana será distinto al hoy, pero cuando despierte mañana, al igual que cuando nosotros despertemos, todos descubriremos que solo estamos frente a otro día más en la ciudad....
domingo, 5 de mayo de 2013
¿Soledad o compañía?
En la noche de Buenos Aires, sobre la Plaza de la República se lleva a cabo un acto a favor de un grupo de músicos de Rock.
En medio de los participantes circula, abundantemente el alcohol, la marihuana y alguna que otra pipa de crack.
¿Cúal es la compañía, los jóvenes que se agolpan unos con otros, la droga o el alcohol al cual se abrazan? ¿Es esa la compañía o es esa la soledad?.
¿Cuan superados nos encontramos hoy por los requerimientos de la vida diaria que debemos recurrir a paraísos artificiales?
La necesidad de rodearnos de personas con las cuales compartir cosas que nos hagan sentir pertenecientes a algo, no importa si es bueno o malo, si nos acompaña o nos aisla, la terrible desesperación de no aceptar la soledad de nuestros pensamientos, aquellos con los cuales debemos lidiar y no estamos acostumbrados nos lleva a vivir en una soledad "acompañada", de la cual no logramos ser conscientes.
También existen los paraísos tecnológicos que nos hacen pensar que aquello que escribimos transciende al mundo, que somos escuchados y somos entendidos.
Lo más difícil, como seres humanos, es aceptar que llegamos y nos vamos solos, en el camino tendremos compañía, los "compañeros de ruta", que nos aligeran la carga, pero no nos engañemos, no son eternos.
El reto mayor es aprender, aprender a existir con nuestra propia existencia, a reconocernos, aceptarnos y entonces, tal vez podamos salir a compartir al mundo nuestra soledad-acompañada.
En medio de los participantes circula, abundantemente el alcohol, la marihuana y alguna que otra pipa de crack.
¿Cúal es la compañía, los jóvenes que se agolpan unos con otros, la droga o el alcohol al cual se abrazan? ¿Es esa la compañía o es esa la soledad?.
¿Cuan superados nos encontramos hoy por los requerimientos de la vida diaria que debemos recurrir a paraísos artificiales?
La necesidad de rodearnos de personas con las cuales compartir cosas que nos hagan sentir pertenecientes a algo, no importa si es bueno o malo, si nos acompaña o nos aisla, la terrible desesperación de no aceptar la soledad de nuestros pensamientos, aquellos con los cuales debemos lidiar y no estamos acostumbrados nos lleva a vivir en una soledad "acompañada", de la cual no logramos ser conscientes.
También existen los paraísos tecnológicos que nos hacen pensar que aquello que escribimos transciende al mundo, que somos escuchados y somos entendidos.
Lo más difícil, como seres humanos, es aceptar que llegamos y nos vamos solos, en el camino tendremos compañía, los "compañeros de ruta", que nos aligeran la carga, pero no nos engañemos, no son eternos.
El reto mayor es aprender, aprender a existir con nuestra propia existencia, a reconocernos, aceptarnos y entonces, tal vez podamos salir a compartir al mundo nuestra soledad-acompañada.
viernes, 3 de mayo de 2013
La canción de las colinas, de la película The Sound of the music.
Nunca olvidaré la sensación del día en que fui a ver el estreno de esta película, recuerdo estar sentada en lo alto, rodeada de personas que, desaparecieron al instante que la película comenzó y yo empece a vivir una experiencia única.
Cuando ella aparece cantando la canción reproducida en este vídeo, girando en medio de los Alpes, el mundo se transformo en algo mágico e irrepetible, con solo cerrar mis ojos puedo recordar aquel momento como si estuviera pasando ahora, a pesar de que ya transcurrieron muchos años de aquella gloriosa época en las personas concurrían frecuentemente al cine para emocionarse con realizaciones como esta.
Lo publico en mi blog porque me gusta y sigue emocionándome y, porque toda la película es maravillosa.
jueves, 2 de mayo de 2013
Oración tecnológica.
Catedral de Buenos Aires, hermoso y apacible día soleado de abril.
Sobre la calle frente a la Catedral y sobre la Plaza de Mayo se ubican cantidad de personas, entre ellos religiosas y religiosos.
Me atrajo la imagen de esta religiosa con sus brazos en alto captando las imágenes del evento que se estaba realizando y pensé, pensé en como la tecnología ha ocupado todo, ha llenado nuestras vidas, hasta casi las ha hecho suyas, ha adormecido nuestros momentos solo nuestros, que ya no son tan nuestros.
Todo debe registrarse, todo debe compartirse, todo debe ser aprobado por otro, para así probar nuestra existencia o para... ¿acallar nuestras ideas?.
¿ Estará Dios compartiendo en este momento con nosotros, o nos estará mirando en un televisor HD, 3D, LED, montado a lo largo de una inmensa pared esperando, esperando, mansamente, que retornemos a nuestros encuentros íntimos, muy íntimos, con nosotros y con Él?
Sobre la calle frente a la Catedral y sobre la Plaza de Mayo se ubican cantidad de personas, entre ellos religiosas y religiosos.
Me atrajo la imagen de esta religiosa con sus brazos en alto captando las imágenes del evento que se estaba realizando y pensé, pensé en como la tecnología ha ocupado todo, ha llenado nuestras vidas, hasta casi las ha hecho suyas, ha adormecido nuestros momentos solo nuestros, que ya no son tan nuestros.
Todo debe registrarse, todo debe compartirse, todo debe ser aprobado por otro, para así probar nuestra existencia o para... ¿acallar nuestras ideas?.
¿ Estará Dios compartiendo en este momento con nosotros, o nos estará mirando en un televisor HD, 3D, LED, montado a lo largo de una inmensa pared esperando, esperando, mansamente, que retornemos a nuestros encuentros íntimos, muy íntimos, con nosotros y con Él?
miércoles, 1 de mayo de 2013
Baile. Poesía de Federico García Lorca.
La Carmen está bailando
por las calles de Sevilla.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
En su cabeza se enrosca
una serpiente amarilla,
y va soñando en el baile
con galanes de otros días.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Las calles están desiertas
y en los fondos se adivinan
corazones andaluces
buscando viejas espinas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
por las calles de Sevilla.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
En su cabeza se enrosca
una serpiente amarilla,
y va soñando en el baile
con galanes de otros días.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Las calles están desiertas
y en los fondos se adivinan
corazones andaluces
buscando viejas espinas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Tengo la mochila lista.
Es cierto, mis pasos se han vuelto más lentos, más cortos y hasta algo inseguros, pero eso hace que aprecie mejor los detalles del camino, las irregularidades del lugar que piso, la textura de las telas, de la madera, de los adornos que he ido guardando. Me detengo cada tanto y observo la maravilla de una tela de araña iluminada por el sol, las grietas que la hiedra ha dejado en la pared, las líneas que alguna babosa ha dejado en su camino y alguna mariposa traviesa revolotea a mi alrededor y, tengo tiempo de apreciar el incasable aleteo del picaflor.
Mis ojos ven a través de una tenue niebla que se acentúa cuando brilla el sol, pero de esa manera los aromas llegan más intensos a mi olfato, ahí está el familiar y cálido aroma de una taza de café, más allá las rosas son salvajemente, lujuriosamente aromáticas y...¡los jazmines!!!, los jazmines... que tanto amaba mi padre destacan con ese aroma que enturbia los sentidos, aspiro el aroma de los eucaliptos que hacen expandir mi pecho, el olor de la madera quemándose en la chimenea.
Escucho menos los sonidos del ambiente, pero ¡cuánto disfruto escuchando el sonido de mis pensamientos!, en medio de tantos sonidos estridentes, había olvidado el disfrutar estar sentada al sol conversando con mis sentimientos. Evocando tantos momentos bellos y sintiendo la música que resuena dentro mío y, que por lo tanto, es solo mía.
El camino, el camino amarillo que voy siguiendo rumbo al mundo de Oz, no es derecho y llano, al contrario sube y baja, rota y gira; a veces cual historia kafkiana, estoy aquí y vuelvo allá. Los obstáculos se atraviesan y a veces se hace difícil seguir adelante, pero pausadamente, con tranquilidad y alegría en el alma sigo adelante.
Caminar con los pasos del niño que está tan apurado, que descubre cosas nuevas pero las ignora en su desorganizada carrera, ya lo viví, es solo un recuerdo borroso que se diluye lentamente.
Caminar los pasos indecisos y torturados del adolescente, siempre buscándose entre encuentros y desencuentros, llego y paso, ocupa algún hueco por allí perdido.
Caminar los pasos del joven altanero e infalible, abriéndose camino, encontrando su lugar en el mundo, lo viví y lo logre, también partió sin añoranzas, tan solo una sonrisa de reconocimiento a tanta lucha día a día.
Caminar los pasos emocionados hacia el ser amado, para decir un sï apasionado, cumpliendo con el sueño de varios años de noviazgo, momento mágico y muy bien atesorado también pertenece al pasado.
Caminar con los pasos pesados de un vientre abultado que colma nuestros sueños, ¡hay esas nueve lunas!, esa espera insomne y, el encuentro con un ser nuevo que nos cambia la vida para siempre, lo tuve y fuí feliz.
Caminar inclinada, llevando en mi mano una mano pequeñita, que dependía de mí y para quien yo era su heroína, quedo hace tiempo atrás, lo muestran las fotos desteñidas de fiestas infantiles, de vacaciones inolvidables, de estudios compartidos. La personita se independizo y por allá cerca camina, con nuevas personitas que corren a su lado.
Caminar los pasillos de edificios arruinados, olores asfixiantes, tristezas y consuelos, los acordados socialmente. De esa manera se fueron yendo todos los seres amados y el camino se hizo solitario.
Por eso camino más despacio, escucho y veo menos para poder estar toda en mí, disfrutando de la vida sin apresuramientos, con muchos espacios de los que se han ido, pero que me acompañan fielmente y con su amor de siempre en esta última etapa del camino.
Puedo decir que he vivido, he sido feliz y desgraciada, he tenido buenos y malos momentos, pero la vida es eso, una mezcla rara e incomprensible de instantes, que ahora apreció con más sabiduría. Mi vida es calma, reposada y serena.
Tome algo del celeste del cielo, el verde de los árboles, el aroma de las flores, la compañía de mis padres, el amor incondicional de mi esposo, la sonrisa mágica de mi hijo en su cuna, los besos de mis nietos, los libros que he leído, las películas que acompañaron mi vida, las calles que anduve, todo lo bueno, todo lo hermoso y arme mi mochila...
Mi mochila está lista, el viaje puede comenzar cuando quiera, mi vida esta en calma, mi mochila está lista, ya puedo partir.
Mis ojos ven a través de una tenue niebla que se acentúa cuando brilla el sol, pero de esa manera los aromas llegan más intensos a mi olfato, ahí está el familiar y cálido aroma de una taza de café, más allá las rosas son salvajemente, lujuriosamente aromáticas y...¡los jazmines!!!, los jazmines... que tanto amaba mi padre destacan con ese aroma que enturbia los sentidos, aspiro el aroma de los eucaliptos que hacen expandir mi pecho, el olor de la madera quemándose en la chimenea.
Escucho menos los sonidos del ambiente, pero ¡cuánto disfruto escuchando el sonido de mis pensamientos!, en medio de tantos sonidos estridentes, había olvidado el disfrutar estar sentada al sol conversando con mis sentimientos. Evocando tantos momentos bellos y sintiendo la música que resuena dentro mío y, que por lo tanto, es solo mía.
El camino, el camino amarillo que voy siguiendo rumbo al mundo de Oz, no es derecho y llano, al contrario sube y baja, rota y gira; a veces cual historia kafkiana, estoy aquí y vuelvo allá. Los obstáculos se atraviesan y a veces se hace difícil seguir adelante, pero pausadamente, con tranquilidad y alegría en el alma sigo adelante.
Caminar con los pasos del niño que está tan apurado, que descubre cosas nuevas pero las ignora en su desorganizada carrera, ya lo viví, es solo un recuerdo borroso que se diluye lentamente.
Caminar los pasos indecisos y torturados del adolescente, siempre buscándose entre encuentros y desencuentros, llego y paso, ocupa algún hueco por allí perdido.
Caminar los pasos del joven altanero e infalible, abriéndose camino, encontrando su lugar en el mundo, lo viví y lo logre, también partió sin añoranzas, tan solo una sonrisa de reconocimiento a tanta lucha día a día.
Caminar los pasos emocionados hacia el ser amado, para decir un sï apasionado, cumpliendo con el sueño de varios años de noviazgo, momento mágico y muy bien atesorado también pertenece al pasado.
Caminar con los pasos pesados de un vientre abultado que colma nuestros sueños, ¡hay esas nueve lunas!, esa espera insomne y, el encuentro con un ser nuevo que nos cambia la vida para siempre, lo tuve y fuí feliz.
Caminar inclinada, llevando en mi mano una mano pequeñita, que dependía de mí y para quien yo era su heroína, quedo hace tiempo atrás, lo muestran las fotos desteñidas de fiestas infantiles, de vacaciones inolvidables, de estudios compartidos. La personita se independizo y por allá cerca camina, con nuevas personitas que corren a su lado.
Caminar los pasillos de edificios arruinados, olores asfixiantes, tristezas y consuelos, los acordados socialmente. De esa manera se fueron yendo todos los seres amados y el camino se hizo solitario.
Por eso camino más despacio, escucho y veo menos para poder estar toda en mí, disfrutando de la vida sin apresuramientos, con muchos espacios de los que se han ido, pero que me acompañan fielmente y con su amor de siempre en esta última etapa del camino.
Puedo decir que he vivido, he sido feliz y desgraciada, he tenido buenos y malos momentos, pero la vida es eso, una mezcla rara e incomprensible de instantes, que ahora apreció con más sabiduría. Mi vida es calma, reposada y serena.
Tome algo del celeste del cielo, el verde de los árboles, el aroma de las flores, la compañía de mis padres, el amor incondicional de mi esposo, la sonrisa mágica de mi hijo en su cuna, los besos de mis nietos, los libros que he leído, las películas que acompañaron mi vida, las calles que anduve, todo lo bueno, todo lo hermoso y arme mi mochila...
Mi mochila está lista, el viaje puede comenzar cuando quiera, mi vida esta en calma, mi mochila está lista, ya puedo partir.
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