Sábado por la tarde caminando por Av. Corrientes la propuesta de muestras de arte en la cartelera del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini no hizo entrar al mismo.
Ya en el lugar uno empieza a disfrutar con murales de Carlos Alonso, tienda de regalos artesanales, una librería donde puede acompañarse la lectura de un buen libro con un rico café y también encontramos varias salas de teatro...allí empezó la aventura.
Vimos el anuncio de la presentación de "La oscuridad de la razón", faltaba todavía una hora para que comenzará la función y dijimos ¿por qué no?. Fue ir a la boletería, sacar las entradas y allí vamos.
Vírgenes de informes anteriores sobre la obra, no sabíamos muy bien que íbamos a ver, pero como siempre andamos en la búsqueda de nuevos descubrimientos allí estábamos.
El estilo del teatro, a la italiana, es muy cómodo y permite ver la obra con tranquilidad desde cualquier ubicación.
El escenario se mostraba despojado de demasiados elementos de escenografía, eran pocos y distribuidos al desgaire.
Se apagaron las luces, tal vez por un momento demasiado largo, cuando se encendieron, ya con los actores en escena me sentí transportada al mundo shakesperiano.
La historia cuenta la vuelta de un poeta Mariano, a su tierra para vengar la muerte de su padre y allí enfrentará a los fantasmas del pasado y del presente.
Con un guión realizado, como ya dije, a lo Shakespeare, se entremezclan el canto de la tierra, el enfrentamiento entre el nativo y el extranjero, la traición, el adulterio, el incesto y el ir y devenir de la vuelta a la tierra, de la necesidad de vengar las traiciones.
El uso de la escenografía es digno de destacar, los mínimos elementos que la componen, sirven para llevarnos al mundo de relaciones sexuales, recuerdos del pasado, la traición del cercano y la luz que se impone.
Los actores realizan una buena performance, teniendo en cuenta que no es un texto fácil de actuar. Me gustó particularmente la actuación de Ana Yovino en su papel de María, que por momentos alcanza un clímax de tragedia que conmueve, me pareció más floja la actuación de Juan Luppi en el papel de Mariano, ya que por momentos le falta la fuerza necesaria para sostenerlo. El resto de las actuaciones es parejo y muy respetable teniendo en cuenta la forma en que está escrita la obra.
El final es también confuso, no se marca bien que la obra ha terminado, podríamos decir que no ha sido bien punteado por la directora Virginia Innocenti, ya que las luces se apagan y el público tarda un rato, demasiado largo, en empezar a aplaudir.
Comienzo y final son dos cosas que deferían definirse con más precisión.
El texto de Ricardo Monti es, lo repito una vez más, Shakeaspeare en América.
Mi opinión final es que si bien por momentos la obra es confusa, utiliza recursos comunes para llegar al público, faltan marcaciones de parte de la dirección, es algo distinto, interesante de ver y en medio de la complejidad no salí disconforme.
De aventura en aventura!! Envidiable, amiga. Gracias por acercarnos el arte. Muy interesante. Un abrazo Mirta!
ResponderEliminarGracias a vos Soledad por visitarme y comentar. Te aprecio mucho y es un gusto muy grande tenerme en mi blog.
EliminarUn abrazo.
Hola Mirta, antes de nada decirte que la forma de como describes la experiencia, ya es pura poesía, en cuanto a Juan Luppi. ..bueno es teatro y es mucho más difícil que el cine, ya que está sucediendo en el momento, es como para un músico cuando está haciendo una actuación en directo, y efectivamente comienzo y final deberían estar bien definidos, desconozco como será en el teatro, pero por ejemplo en la música si fallas al principio o al final, es mucho más grave que si lo haces por el medio, dónde queda mucho más disimulado, (lo mejor es no fallar, claro) y hay estudios sobre esto.
ResponderEliminarHola Freddy, es exactamente igual en el teatro como en la música, sobre todo el final, debe ser impactante como para que el público se vaya con una imagen inolvidable y recuerde siempre aquello en lo que participo.
EliminarUn saludo enorme maravilloso Freddy.
Querida Mirta:
ResponderEliminarCuando escojo una obra y pese a la importancia que tiene la escenografía, busco la mayor simpleza. Adoro, sobre todo, que el actor luzca en todo su esplendor y que la historia de despoje de complicidad y se centre en los personajes. me encantaría verla, pero agradezco disfrutarla a través de tus ojos. Miles de gracias
Coincido con vos Amparo, en el teatro el que debe lucirse es el actor, llenando con su interpretación todo el escenario.
EliminarTambién me gustan las obras que tienen gran despliegue de escenografía y efectos especiales, como ocurre con los musicales.
Bueno, como vos sabes, a nosotros nos gusta prácticamente todo.
Besos mi muy querida Amparo.
Pues parece interesante esta obra, me encanta el teatro y llevo años sin poder ir así que agradezco que me hayas llevado hoy jaja Cuando era jovencilla actué en varias obras en la escuela de artes..Muy emocionante siempre!!
ResponderEliminarCoincido con vos Amparo, en el teatro el que debe lucirse es el actor, llenando con su interpretación todo el escenario.
EliminarTambién me gustan las obras que tienen gran despliegue de escenografía y efectos especiales, como ocurre con los musicales.
Bueno, como vos sabes, a nosotros nos gusta prácticamente todo.
Besos mi muy querida Amparo.