La flor digitalizada
La flor digitalizada
Cuando miro mis disparos a la
naturaleza convertidos en una imagen que se transforma en algo totalmente distinto
a lo que empezó siendo, cuando con mis manos sobre el tablero voy cambiando y
cambiando, voy creando…, siento la sensación de que una nueva vida esta
naciendo, una vida que parte de una transformación digital, ¿quién da vida a
quién?. ¿ La imagen primera que mereció mi atención o la imagen última, la que logro mi manipulación?
¿Quiénes somos, los que nacemos
con una carga genética predeterminada y que el tiempo va transformando, o los
que al final los avatares de la vida nos dejan despojados de sueños, esperanzas
y futuro?
Desde el momento que emitimos el primer llanto en nuestro
sendero de la vida todos alrededor se afanan por procurarnos un futuro,
¡Asegurarnos un futuro!, debemos estudiar, debemos trabajar, armarnos un
porvenir, tener una casa, un auto, un hijo (así, en ese orden), salir de
vacaciones, desplazarnos los fines de semana largos, a través de autopistas
repletas de personas que vociferan por la larga caravana de espera y los
numerosos accidentes que se producen. ¿Quién dictamina lo que es correcto en nuestras
vidas?.
El niño nace, el niño crece, si esta solo debe
ir a la guardería para “relacionarse con los de su edad”, si tiene
hermanos debe ir para “no ser
sobreprotegido”, el joven crece, debe labrarse un futuro ¿Cuál es el futuro?
¿Qué es ese futuro que tanto nos desvela? ¿Existe realmente? ¿O se lo llevará
tal vez una guerra, (las que nunca faltan), o un tornado, o una enfermedad no
planificada?. Ese afán de lograr seguridad, “seguridad”, ¿qué es seguro? ¿qué
es seguridad?
Como de costumbre, empiezo a ver y a sentir la ensoñación de
dejarme ir por mis pensamientos; en mi infancia, en mi adolescencia, los
tiempos eran largos, plácidos y destinados a disfrutar del placer de aprender a
estar con uno mismo, a soñar, a pensar, a imaginar que una rama era una espada
y un poco de barro se convertía en una olla mágica.
Comencé obteniendo la foto, la
retoque con el gusto que ello me produce, me puse a mirarla y se dispararon mis
ideas, ya me fui navegando por esos mares que son tan plácidos y tan bellos,
tan brillantes y tan nítidos, me fui volando por un cielo sin límites, celeste
y límpido como después de una deliciosa lluvia.
Pregunta final: ¿mis ideas se pierden por los
senderos de la imaginación o yo estoy perdida por los senderos de la locura? No
me quita mucho el sueño la respuesta, prefiero la locura del sentimiento a la
sensatez de la mediocridad. Seguiré transitando los caminos de soñar, de volar,
de liberar la imaginación y los sentimientos, humildemente los invito a acompañarme a
recorrerlos junto conmigo, a que soñemos que no hace falta tener nada seguro,
que no hace falta correr, que lenta y hermosamente podemos compartir nuestros
pensamientos con nosotros mismos y vivir de hermosos sueños que no sean
verdaderos,.. que una rama sea una espada y un poco de barro una olla mágica.
Les comparto mis divagues y mi flor
transformada, espero que les guste y que sea un reposo en medio del trajín
diario, sería lindo descubrir que hay otros “locos” dispuestos a seguir un
sueño…Los estoy esperando…anímense, es un hermoso desafío.
Que bella reflexión acompañada de tu creación. Me gusto muchisimo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Maria Gabriela, tan amable como siempre. Te mando un gran saludo.
ResponderEliminarLo has logrado. Es un pequeño impás en este loco devenir de días, trabajo y carreras. Gracias.
ResponderEliminarGracias a vos por tomarte el tiempo de entrar en el blog y comentar. Un saludo.
EliminarMirta, genial, eres de las mías, lo imaginaba pero ahora estoy segura....infestaremos el mundo de sueños, un beso
ResponderEliminarGracias Almega, ojalá podamos. Yo siempre le enseñe a mi hijo que finalmente el mundo sera salvado por los soñadores y los artistas. Espero que algún día se cumpla.
EliminarUn gran abrazo.
Hola Mirta, hacía tiempo que no me escapaba de mis rincones para planear sobre tus sueños, tus sensaciones, tus divagaciones... me parece fantástico el nuevo giro que le vas dando a tus fotografías, transformándolas, añadiéndolas al mundo de los sueños y de la fantasía, pero sobre todo, al de una imaginación viva y que va creciendo con el pasar de cada momento respirado. Y sobre todo, destaco el haz de colorido que irradian hacia quienes desde hace tiempo te venimos siguiendo en tus inquietudes. Un saludo!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus elogiosas palabras Sonia, viniendo de alguien que vive el mundo de la fotografía son todavía más impactantes. Un gran abrazo, con cariño te envió un gran saludo y nuevamente gracias.
EliminarMuy pop estos retoques. Desconocía esta faceta tuya.
ResponderEliminarPD. Perdona que te haya tenido abandonada estas últimas semanas. He tenido un problema en los ojos que no me dejaba estar delante del ordenador mucho tiempo.
Gracias Enrique por tu comentario, me hubieras consultado antes y te mandaba unas gotas por la web. Estos ordenadores nos van a costar la vida, pero como dice el refrán "sarna con gusto no pica" Un gran saludo.
EliminarJaja, pues no te creas, que estuve a punto de consultarte. Me he tirado un par de semanas con ganas de arrancarme los ojos, y todavía escuecen un poco (me imagino que ya solamente por la alergia).
Eliminar¿Seguro será alergia, no te habrán atacado los virus de la computadora? A lo mejor el antivirus te esta fallando...:D
EliminarRecién lo leo. Déjeme decirle que sus divagues son un chocolatito para el alma, y su flor digitalizada es una muestra clara de que vuela libre en el sendero de la gran imaginación que tiene. Creo que no puede haber nada mejor que eso. Saludos.
ResponderEliminarGracias Jimena, me encantan tus palabras, coincido con vos no hay nada mejor que volar con la imaginación, es lo único que no puede ser aprisionado por nada y es una gran panacea para el alma.
ResponderEliminarMuchos cariños.